Serbia sigue tiñendo de azul el baloncesto europeo
Un gran Satoransky no pudo con la selección «plavi». Lituania se deshacía de Italia tras un partidazo.

Por un lado, les bleus; por otro, los plavi. Y faltó la azurra. Definitivamente, el baloncesto europeo es cada vez más azul, como bien se demuestra después de los cruces de cuartos de final. ¿Me preguntan por Lituania? ¿Por «La Roja»? Como dijera Pepe Carvalho, «no son más que clásicos casos de excepciones que confirman la regla», al menos uno de ellos «ensuciará» el podio de Lille.
Francia y Serbia cumplían con sus objetivos de pasar a la pelea por las medallas, después de mostrar a sus rivales, Letonia y la República Checa, que su cantidad de recursos es difícilmente igualable, mientras que Lituania se deshacía de Italia a pesar del regreso de Bargnani después de que diera el susto en el cruce frente a la selección de Israel. En el tiempo extra, los de Kazlauskas se llevaron un partidazo.
El 89-75 entre Serbia y la selección checa resultó hasta doloroso para el espectador neutral. Los discípulos de Djordjevic llevaron el ritmo del partido de la mano de un espléndido Teodosic, capaz de repartir hasta 14 asistencias, dando de comer indistintamente a Erceg –el ala-pívot serbio fue una pesadilla imparable para los checos– o Raduljica, mientras que Bjelica dejaba sus puntos para el final.
La República Checa, en cambio, adoleció de que Schilb anotó sus 11 puntos en el primer cuarto, y nunca más se supo. Satoransky, muy bien defendido entre Markovic y Nedovic, no pudo distribuir el balón como en otras tardes, pero demostró su orgullo de campeón logrando 14 de sus 20 puntos en un tercer cuarto extraordinario, mientras que Vesely, pese a su 3 de 7 en tiros lbres, jamás le perdió la cara al partido y sumó 23 tantos y 10 rechaces. El problema fue que nadie más acudió en la ayuda de sus estrellas.
En cambio, la selección plavi se comportó como un rodillo que nunca se descompuso, ni siquiera cuando los checos amenazaban el sobresalto al adelantarse 5-12, o después de la infinidad de arreones de su rival. No necesitaron estar superlativos para ganar ni para imponer su ritmo, sino que ejecutaron su plan previsto sin alterar ni una coma de su guión.
Los triples, cuando duelen
Lo mejor de Serbia fue su coralidad. Si los 14 asistencias de Teodosic visten mucho, visten más las 26 de toda la selección balcánica, con Markovic, Erceg, Bjelica o Bogdanovic repartiendo pases de canasta. Si a ello se le suman las 15 pérdidas de los checos, por 11 de Serbia, se deduce que el provecho de las posesiones de los de Djordjevic fue infinitamente mayor.
Quizá el mayor lunar serbio fue su 7 de 25 en triples, con la salvedad de Erceg, que con su 3 de 4 desde más allá de los 6,75 metros fue el principal faro tirador. Los checos, con un 6 de 20 más allá del arco, tampoco pudieron replicar como les hubiera gustado, toda vez que la mitad de esos triples fueron obra de Satoransky, todos ellos convertidos en el tercer período.
Lo cierto es que de no ser por el base del Barça el partido se hubiera roto antes. Serbia, tras llegar al descanso con un exiguo 44-41 a su favor, aceleró el ritmo y se escapaba 63-53. Schilb, que protagonizó un arranque prometedor, se fue diluyendo hasta desaparecer, mientras que un buen puñado de ataques checos se perdían entre pases extra que terminaban en un tiro punteado –el «pase más» acentúa el desajuste defensivo; el «pase de más» da tiempo a que la retaguardia se reajuste– o en pérdida por violación de tres segundos.
Pero Satoransky, al que los serbios invitaron a tirar, dio un paso adelante y sostuvo a los suyos en el tercer cuarto. Vesely, dispuesto a barrer todos los balones posibles, dejaba el marcador en un 67-63 interesante al final del tercer período, y toda la presión para Serbia.
Pero los de Djordjevic tenían una marcha más. Teodosic, Bogdanovic y Bjelica, tal y como hicieran ente Finlandia, atinaron con un puñado de triples, mientras que la República Checa no lograba replicar, errando un puñado de decisivos tiros libres. Serbia abrió brecha, y fin.
Lituania regresa a su ser
Lituania, antitético su juego actual a aquel con el que llegó a tutear a los Estados Unidos entre el año 2000 y 2006, es un bloque de hormigón armado que en ocasiones es un dolor.
Pero anoche recuperaron esencias de su antiguo juego. Duros, sí; físicos también; pero jugando a baloncesto y no a ver quién pega más fuerte. Valanciunas, recuperado del virus que lo trajo de cabeza ante Georgia, avasalló la zona rival con 26 puntos y 15 rebotes. Pero el triunfo báltico fue coral. Maciulis sumó 19, Kalnietis 14, entre ellos un triple clave en una prórroga tras empatar a 79, y Kuzminskas, otros 13.
Italia jugó a la heroica, como muestran los 19 tantos que logró Bargnani tras el descanso o la prórroga forzada por Gallinari. Otro héroe, Gentile, retuvo demasiado el balón en un ataque que pudo dar el pase a los de Pianigiani, y en el tiempo extra Lituania, tan fuerte como lúcida, supo ser mejor, pasando a semifinales por 85-95.
El Baskonia se presenta el día 29 ante Dolomiti Trento por los refugiados sirios
Los seguidores baskonistas podrán disfrutar en directo de su equipo en el tradicional Trofeo Diputación, en la que será la puesta de largo del nuevo Baskonia de Velimir Perasovic. Los baskonistas se presentarán ante su afición en el Buesa Arena el próximo martes 29, midiéndose al Dolomiti Energía Trento a partir de las 20.30, en un encuentro que tendrá un marcado carácter solidario, ya que la totalidad de la taquilla recaudada en ese encuentro irá destinada de manera íntegra a la ONG «Save The Children», que destinará esos fondos a la ayuda a los niños refugiados de Siria.
Para ello, se pondrán a la venta las entradas para el XXIV Trofeo Diputación a precios populares (5 euros, niveles 3 y 4; 10 euros, niveles 1 y 2). Los abonados de Saski Baskonia tienen incluido este partido en su abono de temporada pero podrán realizar, si así lo desean, sus aportaciones en una fila cero que se habilitará para todo aquel que quiera colaborar con esta causa solidaria.
En lo que a Gipuzkoa Basket respecta, el club donostiarra presentaba ayer su campaña de abonados para la campaña 2015/16. Bajo el lema «¿Apuestas por la emoción? Te retamos», se busca recuperar a los aficionados al baloncesto a que regresen a Illunbe. El objetivo de la entidad el volver a alcanzar los 7.000 abonados.
En cuanto a la Liga Femenina, Iraurgi cierra su plantel con los fichajes de la ala-pívot serbia Marina Markovic y la pívot rusa Mariya Davidova.A. G.

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