«Se trata de una experiencia para acercar a la gente que conoce pero no pudo vivirlo y a la gente que lo vivió y tiene ganas de volver a sentirlo». Así se mostraba Miguel Daniele, de Vitamin Producciones, en la presentación de esta propuesta que a buen seguro removerá los recuerdos de no pocos nostálgicos de la época.

“Esto no es Rock Radical Vasco” es un espectáculo itinerante que recorrerá diferentes salas de la geografía vasca en este final de año. Y hablamos de espectáculo, experiencia, porque sus promotores se han fijado el reto de recrear el ambiente de los convulsos y trepidantes años ochenta con más recursos que complementen los guitarreos de las tres bandas que participarán en la gira. Experiencia audiovisual que acompañe las actuaciones musicales con carteles, entradas, portadas de discos de la época, piezas de archivo en vídeo del entorno social…

Había que dar con los grupos que encajasen en este novedoso formato. Tres bandas para versionar y homenajear a tres grupos que tuvieron gran repercusión e impacto. Desde Bilbo llegan Los demenciales chicos acelerados recordando los temas de Eskorbuto. Desde Madrid Aizu, tributo a Kortatu. Mientras que los cántabros Hijos de tu iglesia versionarán los temas de La Polla Records. «Queríamos dar y tener sobre todo muy buenas actuaciones –nos comenta Daniele–. Estuvimos mirando varias posibilidades y creemos que los que mejor desarrollan nuestra idea son estos seleccionados».

Se ha buscado calidad. Una propuesta de altura para que deje poso, «un rollo aterciopelado». El promotor de este evento es contundente a la hora de explicar lo que no quieren. «Muchas bandas hoy en día hacen tributos y hacen giras largas por toda la península. O promotoras que hacen un formato y lo giran. No buscamos eso. Hemos cerrado cuatro fechas y ya está. No se trata de explotar el producto. Creemos que es la mejor forma de darle seriedad, fuerza y credibilidad».

El espectáculo durará entre 3 y 4 horas, y se prometen sorpresas. La gira comenzará el próximo viernes 24 de octubre en la Sala Jimmy Jazz de Gasteiz, el 21 de noviembre en Totem de Iruñea, el 12 de diciembre en el Kafe Antzokia de Bermeo y por último, en el Doka de Donostia el 18 de diciembre.

Josu Korkostegi, de Parabellum, será el maestro de ceremonias de esta «experiencia». «Mi trabajo consiste en presentar la idea, explicar a la gente qué significa el concierto para sus promotores, contar un poquitín la situación de entonces, ese boom de los ochenta e introducir a los grupos comentando algo sobre los grupos originales también». Él lo vivió en primera persona. Toda una garantía para el público.

Subirá al escenario. Pero esta vez sin guitarra. «Nunca había hecho esto, ni sé si lo volveré a hacer. Pero creo que es una cosa que merece la pena. Yo me lo tomo como una fiesta ambientada en los ochenta. Espero que la gente se lo pase bien. Yo me lo pienso pasar que te cagas».

Una propuesta cuidada en todos sus detalles. Por ello, los grupos serán fieles a las canciones, a la estética y «al sentimiento sobre todo» puntualiza Miguel Daniele. «Quien vaya se va a sentir identificado. Buscamos sonrisas. Que el que asista haya visto lo que quería ver. Que le guste y le impacte». Toda una experiencia. Para coleccionistas de sensaciones.

Al margen de etiquetas

«Las opiniones son como los culos. Cada uno tiene la suya y mejor no meterse». Josu se muestra cauto y huidizo respecto a un debate que ha flotado entre decibelios durante las últimas décadas en la escena musical vasca. Por ello, matiza que el suyo será un testimonio personal, basado en su trayectoria vital. Sin ánimo de sentar cátedra. «No voy a explicar lo que es el Rock Radical Vasco. Porque tampoco sé yo lo que es», sentencia.

«Hablas de este asunto y parece herejía. Es una marca entre comillas, y es bonito porque hemos o han vivido con ello. Por qué no sacarlo a la luz. Por qué no tocarlo, por qué no poder revivirlo –resume Daniele–. Hay gente joven que lo escucha, hay gente entrada en años que quiere volver a vivirlo. No tiene que serlo ni no serlo. El Rock Radical Vasco fue una etiqueta que se le puso. Para nosotros son grupos musicales que formaron la escena del punk/rock en los ochenta». Y punto. Pero esto no es una invitación al debate, a la polémica. Todo lo contrario. Es una invitación para pasarlo bien. No es más, pero tampoco menos. R.N.