Joseba VIVANCO
Athletic

Ganan, golean y se divierten

Los rojiblancos pasan por encima de un Sporting que amagó con dar pero se topó con el juego y la pegada de un superior Athletic.

ATHLETIC 3

SPORTING 0


Ni el bacon, ni el jamon de york, ni la hamburguesa, ni el chuletón, lo que perjudica seriamente su salud es meterse con el Athletic en noches como la de ayer. Cuando se desmelena. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sin enterarse. Así que el Sporting se presentó en San Mamés con ganas de buscarle las cosquillas a los leones y acabó recibiendo un serio correctivo no solo de goles, sino de juego. El de un Athletic que ganó porque era mejor que su rival e hizo prevalecer su fútbol de ataque y pegada, y que además se divirtió. Y cómo se divirtió. Y cuando lo uno y lo otro se juntan, todos, menos el rival, se divierten. Como anoche.

Veinte minutos le duró el atrevimiento al Sporting y las imprecisiones al Athletic, tiempo en el que los asturianos mandaban en la pelota y los bilbainos la veían pasar. Y hasta ahí... El primer ¡uy! unánime en una espectante grada a un cabezazo de Aduriz que se fue fuera por poco, fue el punto de inflexión a partir del cual los rojiblancos bordaron el resto de una primera mitad aderezada con todo lujo de combinaciones y dos goles, el primero, un canto al fúbol. Lo del Sporting había sido como el atrevimiento del debutante ante el veterano, al que trata de subirse a las barbas, hacerle alguna que otra cosquilla, arrancarle alguna gota de sudor, para después terminar asumiendo su papel de víctima. Porque incluso cuando más incómodos se les veía a los leones en esa inicial media hora, cuando más sufría De Marcos con el escurridizo Jony, y Laporte y Etxeita con el batallador Guerrero, cada aislado balón ganado a la espalda de una adelantada defensa sportinguista hacia presagiar que el gol podía caer a poco que Aduriz acertara o Williams estuviera fino en alguna incursión.

Ernesto Valverde no se había reservado nada. Cierto entrenador rojiblanco solía bromear con la prensa tratando de que ésta acertara con qué corbata aparecería por el túnel de vestuarios ese día. Txingurri hace algo parecido pero con sus onces iniciales. La mayoría dábamos por hecha la suplencia de un ‘tocado’ Susaeta, pero el de Eibar fue de la partida y a la postre quien abrió el marcador, por cierto, tercer partido seguido en San Mamés anotando.

El suyo fue más que un golazo un jugadón. Cinco rojiblancos la tocaron antes de que Susaeta la empujara a la red, con lo que el mérito a repartir fue de cada uno de ellos porque cada cual ejecutó el toque perfecto, incluido un Raúl García especialista en esos pases filtrados, y un Williams ayer descomunal descosiendo la banda asturiana. A él le hicieron el posterior penalti que culminó desde los once metros Aduriz, tras remachar la inicial atajada de Alberto. Fue el epílogo perfecto a una primera mitad en la que el Athletic sacó su lado de ‘Primo de Zumosol’ y puso al Sporting en su sitio.

Los visitantes trataron de dar un paso al frente a vuelta de vestuarios, pero el Athletic casi le remató con tres claras ocasiones de gol en cinco minutos, una de ellas un balón al poste estrellado por Aduriz y otra un cabezazo mal dirigido de Etxeita con media portería para él. Respiraron aliviados los de Abelardo y por fin dieron ese paso al frente al que estaban obligados, pero sin dirigir ni un solo disparo entre los tres palos de un inédito Iraizoz en todo el partido. Todo lo contrario de la meta contraria, donde el Athletic, comandado de nuevo por un excelso Beñat, merodeaba como fiera a su presa, hasta que cayó el tercero, en una contra, el de Igorre que firma una asistencia primorosa, propia más de un orfebre que de un futbolista, y el de siempre, Aduriz, la culmina cruzada a la red. Tuvo el donostiarra el tercero en su cuenta casi al final, con un Athletic sobrado, que se gustaba, que quería más y más, y que resolvió con la contundencia requerida su compromiso liguero.

Ahora toca traerse algo positivo ante el Betis, donde una victoria daría razones para pensar que el Athletic ha enderazado su rumbo. Que así sea.

Muniain será baja de dos a tres semanas

Una noticia buena, el 3-0 de ayer, y una mala, que la lesión muscular en su aductor derecho de Iker Muniain le mantendrá alejado de sus compañeros entre dos o tres semanas, una recaída que quizá al final termine posponiendo su reaparición hasta final de año. Ernesto Valverde espera tenerle cuanto antes, aunque mientras Williams y Susaeta den este resultado, no se le echará tanto en falta. Relajado compareció el técnico tras el partido, que valoró como «un buen partido» por parte de los suyos. Su balance de lo visto, que «temíamos la salida del Sporting porque empieza bien los partidos, ya lo habíamos visto, queríamos dar primero antes de recibir, meter ritmo de juego alto, y nos ha costado coger la manija. En cuanto lo hemos hecho hemos llegado con peligro, era importante adelantarnos, y en el segundo tiempo, con el cambio que han hecho, con más gente arriba, hemos aprovechado los espacios. Podíamos haber hecho más goles. Este ha sido un buen partido, pero tampoco hay tanta diferencia con otros, llevamos una línea parecida, estamos en buena línea». Txingurri asumió que «hasta que no hemos podido hacernos con el control ha costado», pero destaca sobre todo la victoria porque «estábamos en el puesto 17 y ahora hemos remontado».

Ahora, «tenemos margen para recuperar jugadores» y es que se acumula en cansancio: «Había lista de espera para quitar jugadores». J.V.