Los jugadores rojiblancos remataron 20 veces a portería, de ellos solo 6 entre los tres palos y el resultado fueron tres goles. No es de extrañar que en su análisis del partido el técnico sportinguista, el Pitu Abelardo, reconociera que el Athletic «tiene un potencial terrible», citando a los Aduriz, Raúl García, Susaeta y Williams. Y dirigiendo los hilos de todos ellos, un Beñat Etxebarria que, como ayer reconocía en sala de prensa, «disfruto pasando», aunque si le ponen delante un buen libre directo no le hace ascos, como hace unos días en Belgrado.

El hecho es que con la llegada del excolchonero fichado este verano y la meteórica irrupción de un Williams a un nivel superior al que tenía cuando debutó, el ataque bilbaino ha ganado muchos enteros. Eso, y que en punta hay un depredador como Aduriz que está batiendo no ya récords, sino elogios. El donostiarra lo caza todo dentro del área, emerge, da pausa, asiste, atrae, marca. Por detrás de él, un Raúl García que ha elevado el listón ofensivo. Lo mismo carga de amarillas al rival, que aparece sacando un balón comprometido en defensa, que cubre la pelota y da salida al equipo, que filtra medios-goles en los últimos treinta metros y remata lo que deja suelto Aduriz. ¡Vaya pareja de jugadores de mus!

Una punta de lanza acompañada en las alas por un Susaeta cuyas prestaciones son sabidas y que se multiplican cuando está en plena forma como ahora, y un Williams que no solo aporta velocidad en su banda, sino que tiene la virtud de encarar el área y aportar así un recurso atacante más al que ofrecen por dentro Aduriz y Raúl García.

Y lo dicho, proyectándolos a todos, Beñat, que ayer confesaba que «me encuentro bien, a gusto, disfrutando en el campo». Vuelve al Villamarín, donde «me dieron la oportunidad de ser lo que soy», un, dijo, futbolista «algo más completo» y con «más experiencia tras lo que he pasado». El patrón del equipo, y a su lado, San José, de quien subrayó «nos entendemos muy bien dentro y fuera del campo». Mucho potencial.