Un buen partido reencuentra al Eibar con la victoria
Un gol en propia puerta de Diego Llorente a losveinte minutos de partido permitió a los azulgranas reencontrarse con la victoria y premió susuperioridad. El Eibar alcanza los 16 puntos y cierrala jornada en posiciones europeas.

EIBAR 1
RAYO 0
El Eibar solo ha necesitado siete días y un rival más «terrenal» para recuperar el ritmo. Los azulgranas enviaron definitivamente el tropiezo del Camp Nou al historial de anécdotas reencontrándose con la victoria ante un Rayo que apenas amenazó la superioridad local. Y si lo hizo, fue de forma más aparente, por la estrechez del marcador y el empuje de la escuadra madrileña, que efectiva.
Lejos quedó el marcador de los guarismos espectaculares que muchos auguraban enfrentándose dos equipos arrojados, que siempre miran al frente aunque eso les cueste, sobre todo en el caso de los franjirrojos, superar las facilidades recomendables para el rival. Los noventa minutos se saldaron con un solo gol, que además fue en propia puerta. Hubo dos motivos fundamentales, el inhabitual desacierto rematador de los delanteros locales –ni siquiera tuvo puntería Borja Bastón, que no se había dejado un solo partido sin marcar desde que se estrenara en el Ciutat de Valencia–, que disfrutaron de ocasiones suficientes, en cantidad y calidad, como para haber celebrado una victoria más amplia; y el escaso bagaje ofensivo del Rayo. No dejó de intentarlo, habría resultado sorprendente, el equipo de Paco Jémez, lo que al menos consiguió que la intranquilidad armera se mantuviera hasta el pitido final, pero no fue capaz de llegar con claridad al área de Asier Riesgo, que apenas tuvo que intervenir en todo el partido. No tanto, al menos, como se supone ante este rival.
Mucho tuvo que ver el trabajo de los centrales, entre los que fue incapaz de hacerse hueco Javi Guerra –como Bastón, también el goleador rayista se quedó con las ganas–, pero también la presión a la que, como había anunciado José Luis Mendilibar la víspera, sometió el Eibar a su rival desde la primera línea. Hubo un buen tramo del segundo tiempo en el que el Rayo fue incapaz de alejar el balón de su área y menos aún de acercarse a la local.
De menos a más
Y eso que Mendilibar apostó por alinear finalmente a los dos futbolistas que habían regresado tocados del Camp Nou y que apenas habían podido entrenar con normalidad a lo largo de la semana. Se le notó más a Simone Verdi, menos incisivo que en el estadio barcelonista, pero apenas a Dani García, que solo necesitó unos minutos para ponerse a tono. Y cuando el centrocampista guipuzcoano entra en el partido, los equipos rivales tienen poco que rascar en el centro del campo.
De ahí que solo en los primeros compases del encuentro diera la sensación de que el Rayo podía llevarse los puntos de Ipura. Empezó con ganas, con mordiente y con una buena ocasión de Bebe que acabó en córner. Enfrente un Eibar que necesitó más minutos para hacer daño de lo que viene siendo habitual. Y, lo más sorprendente –decir inquietante quizá sería exagerar, aunque tampoco demasiado, viendo cómo se están desarrollando sus partidos–, el gol no llegó. Y eso que el de siempre, Bastón, tuvo una gran oportunidad, con asistencia del omnipresente Keko. Pero ni el madrileño ni después Verdi acertaron y, por primera vez en seis partidos, el primer cuarto de hora se consumió sin que los armeros tomaran ventaja en el marcador –habían marcado en los minutos diez, ocho, siete, tres y diez ante Barcelona, Sevilla, Las Palmas, Celta y Levante, respectivamente–.
Tampoco hubo que esperar mucho más. En el veinte, otra gran acción de Keko permitió a Borja Bastón centrar desde la derecha para que Diego Llorente introdujese un balón en su portería. Apenas un minuto después el propio Keko pudo ampliar distancias con un chutazo que se marchó tras tocar en la parte superior del larguero.
Pasó el arreón local, intentó el Rayo venirse arriba otra vez y, sin acabar de conseguirlo, al menos sí logró que el primer tiempo se extinguiese de forma más apacible.
Encerrados
Una sensación que los dos equipos trataron de cambiar en el arranque de la reanudación. Con fuerzas similares, lo que deparó otro cuarto de hora de equilibrio y escasas ocasiones. Trató de forzar la situación Paco Jémez con la entrada de Pablo Hernández, como saltarían también después Lass y Manucho.
Pero el entrenador canario estuvo lejos de conseguir su objetivo. Más bien al contrario, el Eibar decidió responder metiendo otra marcha, hasta el punto de que tuvo encerrados en su área a los madrileños un buen tramo de la reanudación. Llegaron los mejores minutos, con continuas llegadas al área visitante. Un gran centro de Juncà, que ni Keko ni Enrich llegaron a rematar y Saúl envió a la madera, otro balón bien peleado por Keko que Dos Santos remató alto, una asistencia de Enrich que Inui –fuera del once por primera vez desde que debutó en Valencia, saltó en la segunda parte por Saúl– envió por encima del larguero, una jugada personal del japonés que también acabó fuera... Incluso dos muy posibles penaltis –un «bocadillo» de los dos centrales rayistas a Bastón y una mano de Rat a un remate a bocajarro del propio ariete madrileño– que el árbitro no vio... Parecía cuestión de tiempo que llegara la sentencia.
Pero no lo hizo. Y aunque el Rayo tampoco inquietó más de la cuenta –apenas una ocasión clara, que acabó con un remato alto de Lass–, su persistencia impidió que los azulgranas respiraran hasta pitido final. Aún así, Mendilibar se permitió premiar a Lillo, aclamado por una grada entregada, con sus primeros minutos de la temporada tras haber sido operado de la rodilla en agosto.
Poco más hubo que esperar para la otra ovación. Que tampoco se quedó corta y no es para menos. Con 16 puntos, el Eibar, que duerme en Europa, ha recorrido ya más de un tercio del camino de la salvación.
Mendilibar: «El equipo compite muy bien»
Doblemente satisfecho acabó José Luis Mendilibar el choque, que se saldó con victoria y buena imagen de los suyos.
El técnico consideró el triunfo «justo» y «además contra un equipo diferente, que exige mucho y que ha estado ahí todo el partido. Hemos tenido ocasión de marcar más goles, no hemos acertado y eso ha hecho que sufriésemos hasta el final. Pero tampoco han tenido ocasiones muy claras, aunque sí han metido muchos balones el área». En este sentido, se felicitió especialmente por que «no nos hemos metido atrás en la segunda parte. Ellos han hecho todos los cambios mirando arriba, han metido delanteros por defensas, pero nosotros no nos hemos metido atrás y hemos tenido más ocasiones a la contra».
Lo cierto es que el triunfo permite al Eibar cerrar la décima jornada en la sexta plaza. Mendilibar le concede la importancia justa porque es consciente de que «vendrán malos momentos en los que nos costará ganar y por eso tenemos que aprovechar ahora para sumar lo máximo posible», pero se reconoce satisfecho con el rendimiento de los suyos. «Creo que estamos bien, que competimos muy bien, que el equipo sabe lo que tiene que hacer en cada momento, que estamos bien los noventa minutos incluso cuando nos toca sufrir pero también sé que cuando vengan mal dadas, que vendrán, nos costará sacar puntos», insistió el técnico, que aseguró no mirar arriba en la tabla. «Solo miro hacia abajo, quién está en el descenso y a cuánto», zanjó. A.U.L.
PROTAGONISTAS
Capa. Menos entonado que en los últimos partidos, le costó proteger su banda y también se incorporó menos de lo habitual al ataque.
Dos Santos. Uno de sus mejores partidos. Javi Guerra apenas olió el balón. Y además tuvo mucha presencia en el área rival.
Pantic. También muy cómodo, contribuyó a que un equipo tan ofensivo como el Rayo apenas tuviese ocasiones claras de gol.
Juncà. Más concentrado en defensa en el primer tiempo, se fue animando conforme transcurrieron los minutos.
Dani García. Apenas había podido entrenar con normalidad esta semana y le costó algunos minutos entrar en el partido. Pero en cuanto lo hizo, el partido se decantó del lado azulgrana.
Escalante. De menos a más, en el segundo tiempo se hartó de robar balones y servirlos a sus compañeros.
Keko. Verticalidad pura. Las mejores ocasiones, incluyendo la del gol, pasaron por sus botas.
Verdi. Tras su gran actuación en Barcelona y pese a haber pasado la semana entre algodones, repitió en el once. Participó menos esta vez pero lo que hizo, lo hizo bien.
Saúl. Única novedad en el once, se le vio más apagado de lo habitual.
Borja. Por primera vez desde que se estrenara en Valencia se fue sin marcar. Un detalle que no resta mérito a la actuación del ariete, trabajador y peligroso.
Primeros minutos de la temporada para Lillo
A dos minutos del noventa y recibido por una fortísima ovación, Lillo saltó al campo, en lo que suponía su primer encuentro oficial del curso, tras haber sido operado de su rodilla derecha el pasado 18 de agosto.
Dani García no podrá jugar ante el Getafe
Se recuperó justo a tiempo para enfrentarse al Rayo pero la próxima semana Dani García tendrá que descansar. Ayer vio su quinta cartulina amarilla, por lo que cumplirá sanción.

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