El italiano Valentino Rossi y el español Jorge Lorenzo, ambos pilotos oficiales de Yamaha, se juegan, a una sola carta y en un ambiente extremadamente viciado por los acontecimientos de los últimos días, el título mundial de MotoGP este fin de semana en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. Una carrera que ha sido declarada de «alto riesgo» por la Comisión Antiviolencia.

El Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) desestimó ayer el recurso presentado por Rossi para que se suspendiera cautelarmente la decisión de la Dirección de Carrera del Gran Premio de Malasia, que le sancionó con tres puntos de penalización en su carné por el incidente protagonizado con Marc Márquez, lo que le obliga a salir último el domingo. Dio la razón a Dirección de Carrera que consideró que el italiano provocó deliberadamente la caída del catalán.

Rossi encara la última prueba del Mundial con siete puntos de ventaja sobre Lorenzo (312 por 305), por lo que el italiano necesita ser segundo si el mallorquín vence la carrera, algo complicado partiendo desde la última posición de la parrilla. Si Lorenzo acaba segundo, Rossi necesita ser tercero; si el español es tercero el italiano precisa ser sexto; si el mallorquín es cuarto el transalpino debe acabar noveno; y si es quinto precisa ser undécimo. En el caso de que Lorenzo sea sexto, séptimo, octavo o noveno, para ser campeón debe sacar siete puestos a Rossi, y en caso de empate a puntos el ganador sería el balear por número de victorias.

Exigencias por escrito

Por otra parte, la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) y la empresa organizadora del Campeonato, Dorna, por medio de su Comisión Permanente, pidieron ayer en una reunión de poco más de diez minutos a todos los pilotos de Mo- toGP que prevalezca durante el fin de semana la «deportividad» y que «quien gane verdaderamente sea el deporte». En el comunicado hecho público tras el encuentro se reconoce la controversia de los últimos días que, desde su punto de vista, «ha superado los límites de la pasión sana y hasta de la lógica en determinados momentos».

«Tienen millones de seguidores que miran y admiran sus logros en los circuitos, y también escuchan con atención todo lo que dicen», se indica en la nota entregada a los pilotos, para que todos los comentarios estén en consonancia con los «valores del motociclismo».

Además, el documento recuerda que los oficiales «vigilarán todos los valores de nuestro deporte y serán muy estrictos con cualquier violación de nuestro reglamento deportivo».