Arde Asia, grupo de Barakaldo, fue el proyecto vital de los hermanos Marcos, Javier y Jaime. A Javier le ha tocado la persistencia. Días de rock y ellos entre el pop, con algunos meritorios logros y una discografía curiosa. Desde hace cuatro años el nuevo proyecto se llama El Capitán Elefante, que tras el debut con “Nuevas coordenadas” llega ahora con el ep “Agoraphobia”, cuatro canciones que sobrepasan por energía y concreción al debut. Les acompañan en la sección de ritmo Josean Valle a la batería (Lingerie, Arde Asia...), y Jose Arribas al bajo (a quien se le recuerda por La Jaula, banda de Txetxu “Parabelum” tras la primera ruptura de estos).

El disco contiene seductores arreglos de teclas y electrónica a cargo del brillante e imaginativo Aitor Abio, como deja constancia en la explosiva canción que da título al disco o en “Naves espaciales”, donde le haríamos la ola. Teclas, ritmo, voz retante, y buenas guitarras para lograr el mejor todo de la historia de los Marcos.

«Es inevitable que El Capitán Elefante tenga algo de Arde Asia. Escuchamos mucha música, toda la que podemos en directo y las influencias y gustos van variando con los años. Pero desde nuestro punto de vista hay un abismo entre Arde Asia y El Capitán Elefante. Son dos proyectos diferentes, en dos épocas distintas. Mientras en Arde Asia se cuidaban más los arreglos y las armonías, en El Capitán Elefante somos más salvajes y nos dejamos llevar por el instinto, las canciones casi no se retocan, nos quedamos con la primera versión», puntualiza Javier Marcos.

Colocar en la escena al cuarteto no es sencillo. Podría apuntarse que es como mezclar parte de Arde Asia, Los Enemigos, Vetusta Morla y Los Planetas. El resultado son canciones enérgicas entre el pop y el rock indie. Respecto al pasado han desaparecido los vientos, una querencia habitual en los hermanos Marcos. Ni mejor ni peor, pero tal cual el resultado es más intenso, concreto y vital. Javier Marcos también aprieta más sus cuerdas vocales, con lo que se gana en pasión y transmisión de vigor. Las tres primeras canciones son un tornado, mientras que “Otro día más” se aproxima a la estética sonora de unos Doctor Deseo.

“Agoraphobia” es asimismo la canción que sirve de clip, con el sobrio acabado del cineasta y músico Luis Vil, que vuelve a dejar el sudor de su talento en cada toma.

La grabación se ha realizado en Gaua Estudios bajo la dirección de Asier Zubelzu, puro talento y reflexión.. Marcos resume así la participación de Abio y Zubelzu: «Siempre intentamos escucharnos los unos a los otros, pero donde hay confianza, ya sabes... ¡hay hostias! A veces, parecemos un matrimonio, ¡un matrimonio de seis! Hemos disfrutado mucho grabando este disco, desde un primer momento. Asier Zubelzu y Aitor Abio, productores y técnicos de los estudios Gaua, se volcaron total y exclusivamente en esta grabación convirtiéndose en dos miembros más del grupo».

El resultado de todos los factores son cuatro canciones quedonas, directas, densas, inspiradas y emocionales. Veterano pop-rock actualizado con coherencia y sin postureo. «Gracias. La idea era esa, ir al grano, olvidarnos de los arreglos orquestales y centrarnos más en la base rítmica y las letras, que es lo que realmente importa. Sonido directo y más crudo».

Mención también para el diseño de todo el digipack, coqueto hasta en el plástico translúcido que recoge las letras. Portada en relieve, colores amarillos y negros... En parte, obra de Mercurio Creaciones Invisibles.

Concierto presentación, mañana en Rockstar de Bilbo a partir de las 20.00 horas.