El gran cachalote blanco acaba siendo demasiado pesado

No voy a disimular la decepción que me ha producido “En el corazón del mar”, película de gran presupuesto de la que esperaba mucho más. Con el actual desarrollo tecnológico podía haber sido la gran obra cinematográfica de aventuras marinas, pero lo cierto es que John Huston con unos pobres efectos visuales logró transmitir mucha más emoción en “Moby Dick” (1956).
Y ahí está el quid de la cuestión, porque no cabe duda de que Herman Melville se quedó en su novela con la mejor parte del relato, sabiendo rodearlo de una aureola mítica, de la que los hechos reales carecen. Y Ron Howard al reconstruir los acontecimientos históricos al completo ha querido abarcar demasiado, en una narración de dos horas que en su tramo final llega a hacerse tan pesada como el gran cachalote blanco. El problema es que tampoco logra atrapar la dimensión épica de aquel desastre naval, al desembocar en la odisea de la lucha por la supervivencia. Y ya se sabe que la crónica de los naufragios con hombres abandonados a su suerte en botes a la deriva poca acción puede contener, más allá de que a principios del siglo XIX la antropofagia era un tema tabú, que en la actualidad nos queda demasiado lejano y ya no provoca el mismo impacto.
Cuando el grumete superviviente, ya mayor (Brendan Gleeson), le relata a Herman Melville (Ben Whishaw) lo sucedido al ballenero Essex en 1820, le dice que los dos protagonistas de la historia son el inexperto capitán (Benjamin Walker) y el primer oficial arponero (Chris Hemsworth). Con tal introducción solo cabía esperar un duelo en toda regla entre ambos personajes, pero nunca llega. Hay una falta de tensión en las relaciones entre toda la tripulación, con lo que el lado humano de la tragedia está descrito de modo superficial. Nada que ver con la atmósfera de desesperación en las largas travesías captada por Joseph Conrad en sus libros.

El servicio de ambulancias de Osakidetza, de camino a urgencias

Peixoto, euskararen eskutik abertzaletu zen betiereko militantea

El PP amenaza con el exterminio político a EH Bildu y sin tener turno de palabra

El exalcalde de Hondarribia fichó por una empresa ligada a Zaldunborda
