El Ibex no pudo ayer sostenerse sobre los 10.000 puntos y se enfrenta ahora a un escenario complicado. No debería seguir profundizando en la caída más allá de los 9.800 puntos para evitar males mayores y no verse abocado a acercarse a los mínimos del año. Encadenó su sexta bajada consecutiva y volvió a tener el peor comportamiento entre los índices europeos. Esta marcha atrás, cuando muchos inversores están aguardando al llamado rally navideño, tiene varios factores. Se mantiene la decepción por las medidas poco agresivas por parte del BCE para impulsar la economía. No menos inquietante es que China siga dando muestras de debilidad y que el precio de las materias primas desvele un crecimiento mundial famélico. Tampoco debe olvidarse que estamos a las puertas de un giro en la política monetaria de EEUU. Todas las apuestas coinciden en que el 16 diciembre los tipos de interés, ahora entre el 0% y el 0,25%, se elevarán de forma tímida para iniciar una tendencia al alza gradual.

El Ibex acabó con 9.837,10 puntos –mínimo de dos meses– tras dejarse un 2,04%. En el año pierde un 4,30%. En Europa, Fráncfort bajó un 1,95%, París, un 1,57%, y Londres, un 1,42%. Dentro del Ibex, se aumenta la presión bajista sobre ArcelorMittal (-5,31%), que mantiene una cerrada lucha por seguir a flote en plena crisis de las materias primas. FCC (-4,71%) y Sacyr (-4,60%) completaron el podio de los perdedores. Entre los pesos pesados, Inditex (-2,83%), BBVA (-2,23%) y Santander (-2,81%) sufrieron los peores balances. Todos los valores acabaron en rojo.

En París, EDF (-4,02%) y ArcelorMittal (-5,31%) registraron las caídas más fuertes. Solo Bouygues (+1,21%) terminó en positivo.