El Ibex recibió ayer por la mañana un duro golpe que le puso contra las cuerdas. Después de un breve intento de recuperar terreno tras seis días de pérdidas, se hundía a continuación más de un 1% y se colocaba en una crítica situación al estar a un paso de tocar los 9.700 puntos. Más tarde, el apoyo de Wall Street le permitió salir del hoyo para regresar al nivel de salida, aunque con una pérdida testimonial. Hoy comenzará con 9.835,50 puntos, después de ceder un 0,02%. En el resto de plazas europeas también se impusieron los números rojos. París bajó un 0,95%, Fráncfort, un 0,76%, y Londres, un 0,14%. Esta caída del Ibex, que pierde un 5,31% en siete días a la baja, responde a factores ya conocidos, pero que en el caso de las materias primas son cada vez más determinantes. Los precios siguen volátiles, pero arrastran fuertes descensos en el año y las perspectivas económicas lanzadas desde todos los organismos internacionales no son nada favorables a su recuperación. Al desplome de las materias primas se suman también la decepción causada por el Banco Central Europeo (BCE) y el miedo a la respuesta de los mercados ante la inminente subida de los tipos de interés en Estados Unidos. Dentro del Ibex, el mejor entre los pesos pesados fue Repsol (+2,39%), animado por la subida del petróleo. Inditex (-1,12%) y Telefónica (-0,14%), por contra, cerraron a la baja. Los más destacados del índice en el día de ayer fueron ArcelorMittal (+4,02%), ACS (+2,76%) y FCC (+2,53%). En París, el rebote del precio del crudo benefició a Technip (+3,57%) y Total (+0,93%). Por su parte, ArcelorMittal (+3,48%) logró minorar el varapalo de las últimas seis sesiones. Los títulos de Accor (-3,12%) y Alcatel-Lucent (-2,84%) cosecharon el peor balance de la jornada.