EDITORIALA
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Contra la ultraderecha con su propio discurso

El FN, claro vencedor de la primera vuelta de las elecciones regionales en el Estado francés, no ha logrado en la segunda hacerse con la victoria en ninguna región. No obstante, la extrema derecha continúa creciendo alarmantemente elección tras elección. El domingo triplicó su presencia institucional en los consejos regionales y se situó de cara a las elecciones presidenciales de 2017 en condiciones de competir con los dos grandes bloques que tradicionalmente se han alternado en el Elíseo.

Frente al tentador mensaje de satisfacción en el sentido de que a la hora de la verdad los ciudadanos se decantan por las opciones que son capaces de responder unidas a la amenaza xenófoba y autoritaria del FN, es preciso aclarar que ese mensaje no se corresponde con la realidad. Esa formación ultraderechista no se encuentra precisamente en retroceso y, tristemente, la mayor dificultad a la que se ha enfrentado ha sido la asunción de su discurso, en mayor o menor medida, por otras formaciones. Resulta significativo que Nicolás Sarkozy haya sido cuestionado en el seno de su propio partido por haber recurrido en exceso a ese discurso para atraer votos del ámbito del FN. Pero esa forma de «combatir» a la extrema derecha también es atribuible al Partido Socialista, y una muestra reciente son las declaraciones del miembro de ese partido y primer ministro francés, Manuel Valls, en las que manifestó que no es posible acoger a más refugiados en Europa.

En Ipar Euskal Herria, donde la actual configuración administrativa del Estado francés no ofrece posibilidad alguna a las formaciones abertzales, no ha pasado desapercibido el hecho de que la incidencia de la extrema derecha, con ser preocupante, es mucho menor que en cualquier otro lugar del Estado, hecho al que seguramente no es ajeno un mayor rechazo a las posiciones más centralistas y uniformizadoras, como es la del FN. Y en ese mismo sentido es reseñable la histórica y rotunda victoria en Korsika de la coalición de independentistas y autonomistas, que se hará con el control de la Asamblea corsa.