Tras resolver con solvencia la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa, el Athletic espera al sorteo de hoy con la esperanza de que no sea el Barcelona quien se cruce en su camino.

El equipo catalán es el que no quiere nadie como rival, salvo el Mirandés y el Cádiz, que piensan en hacer caja. Los partidos de esa eliminatoria se jugarán el 6 de enero, la ida, y el 13, la vuelta. Ese mismo mes se decidirán los cuartos –los días 20 y 27–, en tanto que las semifinales serán el 3 y 10 de febrero. La final se disputará el 21 de mayo.

Son fechas que el Athletic tiene marcadas en rojo en su calendario por la importancia que el club da a esta competición que, al margen de jugar varias finales en los últimos años, le ha permitido clasificarse para Europa y disputar una Supercopa que terminó ganando.

Por este motivo, contra el Linense, Valverde no sacó al campo al equipo B al completo. Algunos cambios estuvieron con- dicionados por los problemas físicos de varios jugadores, pero alineó a unos cuantos de los que considera casi intocables.

Aduriz aplaude que metan otros

Aritz Aduriz fue uno de los fijos a los que recurrió Valverde. A pesar de que no logró firmar ninguno de los seis goles calificó de «muy positivo» que hasta media docena de compañeros distintos lo hicieran.

«Es buenísimo que el equipo sea capaz de marcar tantos goles y que lo hagan jugadores diferentes. Estamos para que el Athletic esté lo mejor posible y el que crea que no es así va desencaminado. Para aspirar a todo necesitamos que todo el mundo esté enchufado», resaltó.

Añadió que los objetivos del Athletic son «estar lo más cerca posible de los puestos de arriba e intentar ganar la Europa League y la Copa». Para explicar estos objetivos Aduriz puntualizó que la plantilla rojiblanca «poco a poco está siendo consciente» de que el Athletic «puede competir contra cualquiera».