Ante las ausencias de Messi, aquejado por un cólico nefrítico, y la ya conocida de Neymar, Luis Suárez se erigió en el estandarte ofensivo del Barcelona, protagonizando un hat-trick, e Iniesta llevó la batuta de una escuadra catalana a la que le costó superar al Guangzhou, quien, con las líneas muy juntas, esperó sus ocasiones a la contra.

No fue hasta el filo del descanso cuando los culés comenzaron a labrar su victoria ante los entrenados por Luiz Felipe Scolari, al aprovecharse el ariete uruguayo de un recha- ce del portero rival a disparo de Rakitic. El Guang- zhou estiró líneas en busca del empate, pero una asistencia magistral de Iniesta al inicio de la segunda mitad encarriló el triunfo azulgrana.

El cuadro chino bajó los brazos a raíz del 2-0, con lo que el Barcelona controló más y mejor el choque hasta terminar de finiquitarlo el omnipre- sente delantero uruguayo transformando un penalti muy discutido tras falta a Munir que, junto a Sergi Roberto, ocuparon los huecos dejados por Messi y Neymar.

Ante River Plate

Como entraba en todas las quinielas, el equipo blaugrana disputará la final este domingo –11.30, Telecinco– frente al River Plate, teniendo la oportunidad de convertirse en el primer conjunto que consigue el tercer título del Mundial de Clubes.

En 2009 el Barcelona sudó lo suyo para doblegar a otro equipo argentino, Estudiantes, a quien superó en la prórroga. Javier Mascherano, que se formó en River, advirtió de que «los equipos argentinos no te van a poner las cosas fáciles y River puede mutar, apretar arriba y esperarte atrás».