Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

La suerte y algo más

Un penalti inexistente permitió adelantarse al Deportivo ante un Eibar que perdió dos jugadores por lesión y se vio impotente.

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«Siento impotencia. Tampoco quiero hablar mucho porque va a sonar a excusa pero me da la sensación de que todo nos ha salido mal, de que cada detalle que podía haber ido a favor, ha ido en contra». Podría haberlo dicho anoche José Luis Mendilibar, pero las palabras corresponden a la rueda de prensa que ofreció Manolo Díaz el pasdo miércoles en Ipurua, después de que el Eibar golase a su Ponferradina. Porque el fútbol, como la vida, da muchas vueltas. La última para los azulgranas ha sido de 180º en apenas tres días.

Debido, en cierta medida, a una cuestión de suerte. Sería simplista, e incierto, reducir el resultado de noventa minutos a una cuestión de fortuna. Pero su influencia es innegable y el Eibar ha vivido al son de sus vaivenes estos últimos días. Para mal hace una semana, cuando el Valencia se llevaba un punto de Ipurua de forma inmerecida y con una acción «de barraca», en palabras de Mendilibar. Para bien tres días después, cuando una expulsión y un gol psicológico cimentaban la remontada copera del Eibar; y de nuevo para mal anoche, cuando un error arbitral permitía adelantarse al Deportivo, en un partido en el que dos azulgranas se marcharon al vestuario lesionados antes del descanso.

Tres partidos en los que la suerte ha tenido mucho que decir. Pero no todo. Porque si ante el Valencia faltó acertar ocasiones para impedir que el infortunio resultara tan decisivo y ante la Ponferradina hubo que sudar mucho y realizar un ejercicio de fe para aprovechar la tesitura, en Riazor el equipo no firmó una noche lo suficientemente redonda para excusar exclusivamente su derrota en los caprichos del azar. Hubo juego en algunos momentos pero faltó en otros. Y lo mismo sucedió con el carácter que, curiosamente, se echó más en falta precisamente cuando el Eibar recibió el único golpe de fortuna del partido, la expulsión de Luisinho a veinte minutos del final.

Aunque posiblemente lo que de verdad faltó fue físico. Solo tres de los jugadores que se enfrentaron de inicio (Pantic, Luna, Bastón) a la Ponferradina repitieron anoche en el once. Pero Enrich y Keko también tuvieron muchos minutos el miércoles. Y a eso hay que añadirle los problemas físicos que arrastraban muchos jugadores. Desde el tabique nasal roto de Pantic a los problemas cervicales de Saúl, pasando por unas cuantas sobrecargas. Todo ello se notó de inicio, porque el Eibar no fue el que acostumbra aunque tampoco estuvo mal; pero se notó sobre todo cuando las cosas se torcieron y los armeros se vieron incapaces de reaccionar.

Antes de llegar a ese fatídico minuto cuarenta, ni Deportivo ni Eibar habían conseguido hacerse con los mandos. Golpeaba uno, respondía el otro; forzaban ahora un córner los armeros, después los azulgranas. Ataques y contrataques se sucedieron, aunque fueron mejores las intenciones que los resultados. Ni a Lux ni a Riesgo se les acumuló el trabajo. Se recuperaba la grada de uno de los pocos «uys» –un gol de Bastón, aunque la jugada ya estaba anulada por fuera de juego–, cuando el partido dio un vuelco. Sacó de puerta Lux y, gracias al error de los azulgranas que no fueron capaces de cortar el balón, y sobre todo del árbitro, que vio un penalti de Riesgo donde no lo hubo, el Deportivo dio un paso de gigante con el gol transformado por Lucas Pérez.

Para entonces el Eibar ya había perdido a Saúl y poco después también se iría a la caseta Luna. Y aún así mantuvieron el tipo los armeros que, siempre con Keko apareciendo por algún lado, se veían todavía capaces de neutralizar su desventaja. Pero tiempo, con la batería en mínimos, corría en su contra y, conforme avanzó el segundo tiempo, se fueron diluyendo.

Ni siquiera la expulsión de Luisinho, que veía la segunda amarilla por un piscinazo a veinte minutos del final, revitalizó al equipo eibarrés. Más bien al contrario, el Deportivo se fue sintiendo cada vez más cómodo, acariciando una sentencia que, efectivamente, llegó poco después. Un córner botado en corto por Fayçal que Arribas convirtió en el 2-0.

Sobró el último cuarto de hora con un Eibar totalmente impotente que solo ha podido sumar dos puntos en los cinco últimos partidos y que agradecerá las vacaciones.

Las claves

&indentHere;> Deportivo y Eibar trataron de dominar el encuentro sin conseguirlo. Se repartieron intentos y llegadas, aunque fueron mejores las intenciones que los resultados. Lux y Riesgo sufrieron los sobresaltos justos en los primeros cuarenta minutos de partido.

> La jugada clave llegó a cinco minutos del descanso. Un penalti inexistente que Lucas Vázquez convirtió en el 1-0. Para más inri el Eibar, que ya había perdido a Saúl con problemas cervicales, veía también como Luna se iba lesionado a vestuarios.

> El tiempo corrió en contra de un Eibar con poco fuelle, que se fue diluyendo en el segundo tiempo. Ni siquiera la expulsión de Luisinho a veinte minutos del final le empujó arriba. De hecho, fue el Deportivo, muy cómodo, el que anotó el segundo.

La plantilla se va de vacaciones hasta el 26

La plantilla azulgrana, que regresó anoche de A Coruña tras el encuentro, está ya de vacaciones. José Luis Mendilibar ha vuelto a citar al equipo el sábado 26 de diciembre para empezar a preparar el choque ante el Sporting.

La exposición «Ametsen bila» en Ipurua

Ipurua acogerá desde la semana que viene la exposición «Ametsen bila», un recorrido por los cien años de historia de la selección, que se cumplen este 2015 y que ya ha podido verse en Donostia, Elorrio o Barakaldo.

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