El vendaval bajista del lunes dio paso ayer a una sesión de tira y afloja, pero con mayor calma. El motivo era sencillo: el Banco Popular de China inyectó hasta 20.000 millones de dólares de liquidez para contener el terremoto que le había costado a uno de sus principales índices bursátiles perder más de un 7%, límite actual para decretar el cierre anticipado de las negociaciones. Esta intervención permitió ayer a los mercados chinos finalizar sus jornadas con escasas variaciones. El eco de los malos datos de actividad manufacturera resonaba ya con menor potencia, pese a la gravedad de la situación y las negativas perspectivas apuntadas por la mayoría de analistas e instituciones para su economía. No obstante, el escenario podría repetirse el 8 de enero, día en el que finaliza, salvo nueva orden, la congelación de 185.000 millones de dólares en títulos que no pueden negociarse por imposición de Pekín a grandes accionistas y directivos.

El Ibex acabó con 9.335,20 puntos, tras sumar un 0,24%. Las subidas del resto de las plazas europeas eran del mismo tenor: París recuperó un 0,34%; Fráncfort, un 0,26%; en tanto que Londres se anotaba un 0,72%. En el Ibex, destacaron los balances positivos de ArcelorMittal (+6,04%), IAG (+3,01%), Endesa (+2,50%) y Acerinox (+2,42%). En el grupo de los grandes valores, el cierre era mixto. Mientras tanto, Iberdrola (+1,23%), BBVA (+0,67%) y Telefónica (+0,51%) recuperaron una pequeña parte del terreno perdido, Repsol (-0,88%), Santander (-0,86%) e Inditex (-0,69%) profundizaban en el retroceso anterior. Los peores de selectivo fueron Popular (-2,09%) y DIA (-1,81%).

En París, el más alcista era ArcelorMittal (+6,10%), mientras que Technip (-4,64%) recibía el mayor castigo.