El portero Gerónimo Rulli confirmó ayer que su futuro no se conocerá hasta final de temporada, en lo que se aventura volverán a ser unas intensas negociaciones y hasta última hora entre la entidad guipuzcoana, el jugador argentino y el Club Deportivo Maldonado, propietario de buena parte de sus derechos.

En su comparecencia de ayer ante los medios y como cabía esperar, teniendo en cuenta que su futuro siempre está en el aire, Rulli fue preguntado sobre sus intenciones de cara a la próxima temporada. Su respuesta fue dar largas hasta final de la campaña, dejando muy claro que no depende solo de él. «Falta todavía media temporada y pueden pasar muchas cosas», confesó, para suavizar luego la cuestión matizando que está «muy tranquilo acá, entrenando día a día, disfrutando de la familia que ahora la tengo en San Sebastián. Lo que pase el día de mañana ya se verá».

El guardameta añadió que «hasta mayo o junio que arranque ese tema otra vez, prefiero no tocarlo y dejar todo como está y que se encarguen los que se tienen que encargar». En cualquier caso, no pudo evitar reconocer que «a todo el mundo le gustaría saber qué va a ser de él la próxima temporada, pero mi situación es así y yo no la puedo cambiar. Lo único que me queda es esperar».

Contento con el «nuevo» estilo

En lo estrictamente deportivo, Rulli declaró que no ha estado como ha querido «durante gran parte de la temporada, pero poco a poco me voy encontrando con mi nivel, con mi juego y, más que nada, con la confianza que quizás había perdido en algún momento. pero ahora estoy contento», se sinceró. En este sentido, afirmó que la victoria del domingo contra el Valencia «ayudó al equipo y también me ayudó a mí».

Sobre el cambio de sistema de juego con la llegada de Eusebio Sacristán, el argentino asume que para los porteros es «algo nuevo, pero el fútbol va avanzando y portero que no juega con los pies, portero que no es un jugador más, portero que se va quedando». Se siente cómodo con el nuevo estilo, «por el rol que asumimos en los partidos» según sus palabras, aunque admite que lo que realmente importa es «que mejoren los resultados».