El Ibex sigue paso a paso abriendo un agujero más profundo en el suelo. Ayer se hundió por debajo de los 8.500 puntos. Nada parece ayudar para frenar la sangría de este ejercicio, que ya llega al 11,26%. Y los pronósticos a corto plazo no dejan margen para muchas esperanzas. La dura caída del precio del petróleo, ayer por debajo de los 29 dólares, va mostrando cada vez con más claridad que es un arma de doble filo para la economía mundial. Si de un lado beneficia a los países importadores, que ven rebajada su factura energética; de otro lado emergen los problemas de los grandes productores, que tienen sus economías ancladas en los ingresos del crudo y no pueden soportar el actual nivel de precios durante mucho tiempo. Además, China es parte del problema al necesitar menos materias primas, entre ellas el crudo, por la caída de la producción y su búsqueda de un modelo nuevo con un mayor equilibrio entre el consumo interno y las exportaciones. El Ibex se paró en los 8.469,30 puntos, mínimos de dos años, tras recortar un 0,87%. París (-0,49%), Fráncfort (-0,25%) y Londres (-0,42%) también acabaron a la baja. Ayer permaneció cerrado Wall Street al celebrarse el Día de Martin Luther King. Los analistas esperan ver su respuesta, después de sufrir el viernes pasado caídas superiores al 2% en todos sus índices. En el Ibex, los peores de la jornada fueron Sacyr, FCC y Técnicas Reunidas al ceder más de un 5%. De los grandes, todos con pérdidas, el más castigado era Repsol (-2,26%). Los títulos de ArcelorMittal (+3,62%) lograron el mejo r balance. En el CAC de París, las caídas del día fueron enca bezadas por Crédit Agri cole (-6,61%) y Société Générale (-2,99 %), mientras que ArcelorMittal (+3,14%) destacó entre los ganadores.