La Fiscalía presentó ayer un recurso de apelación contra el auto del juez Fermín Otamendi emitido la semana pasada en el que se descartaba imputar a Osasuna por el delito de corrupción deportiva. Este organismo se adelanta a la Liga de Fútbol Profesional (LFP), cuyo presidente, Javier Tebas, ya avanzó el lunes que también presentará otro recurso.

La Fiscalía no comparte los argumentos del magistrado, pues entiende que los órganos de control del club no podían funcionar porque estaban constituidos por las mismas personas que presuntamente han cometido el delito, que la comisón de control económico es un órgano meramente consultivo, que la auditoría externa requerida por la LFP tampoco podía llevar a cabo esa labor de control y que no existía una auditoría cuando ocurrieron los hechos –mayo de 2014–. Asimismo, argumenta que el presunto amaño de partidos hubiera supuesto un «claro beneficio económico para el club», pues «interesaba mantenerse en Primera División».

Denuncia de Indar Gorri

Indar Gorri ha denunciado que durante el partido contra el Oviedo, un aficionado fue llevado a comisaría «por portar el carbunclo pomelado (escudo) navarro con la inscripción “Independentzia”», que otro fue descamisado «por portar un polo-camiseta con el logo bordado en el que aparece el nombre de Indar Gorri», y que a un tercero se le requisó una sudadera «por portar la leyenda “Euskal Selekzioa Ofizialasuna”».

Este colectivo ha censurado que se le negase la entrada a varios aficionados rojillos venidos desde Valencia –de la peña rojilla Ayora–, «a los que se les habían prestado varios abonos». Efectivos policiales acordonaron a miembros de Indar Gorri en las inmediaciones del bar Zolina y les amenazaron en su trayecto hasta El Sadar.