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HO CHI MINH

Arranca el Congreso del PC de Vietnam

El Partido Comunista de Vietnam afronta desde ayer su XII Congreso, marcado por una inusual incertidumbre en torno al liderazgo de una formación que se debate entre la creciente e histórica desconfianza ante su vecino y gigante chino y los guiños de EEUU, en plena política de apertura económica ante el mundo.

El Partido Comunista de Vietnam abrió ayer su decimosegundo congreso nacional en el que se disputan el poder los sectores más reacios a los cambios y los partidarios de una mayor apertura. Todo ello en una coyuntura en la que el país vive un reposicionamiento marcado por cierto distanciamiento de China y un deshielo con EEUU, su última potencia ocupante.

A diferencia de otros congresos, en que los puestos clave estaban decididos de antemano, la incertidumbre es máxima ante las decisiones de la próxima semana, cuando el comité central elegido por 1.541 delegados, que representan a los 4,5 millones afiliados al partido (Vietnam tiene 90 millones de habitantes), designe los principales cargos de responsabilidad del país.

Prácticamente todos los analistas vaticinan un duelo por el poder entre el actual secretario general, Nguyen Phu Trong, de 71 años y perteneciente al ala más conservadora y pro-China, y el primer ministro, Nguyen Tan Dung, que precisamente hoy mismo cumle 66 años considerado más aperturista y abierto a EEUU.

La edad no es un problema

Pese a que los estatutos del partido vetaban en un principio la concurrencia de candidatos mayores de 65 años, el Gobierno anunció ayer que la edad no será un impedimento y se elegirá a la persona «más sobresaliente». La medida beneficia a ambos, y también al presidente del país, Truong Tan Sang (cumplirá 67 años el 21 de enero); y al presidente del comité permanente del polítburó, Le Hong Anh (66).

El Congreso llega tras varios años de luchas internas de poder entre los defensores de la línea pro-China, encarnada por Trong y Anh, y los partidarios de un mayor acercamiento a EEUU, liderados por Dung. El presidente Sang flirtearía con este último.

Dung, sobre quien pesan graves sospechas de corrupción, es percibido por Occidente como el líder de mayor proyección internacional frente a China.

Su popularidad se ha disparado desde mayo de 2014, cuando fue el único dirigente que se manifestó con firmeza ante la instalación de una plataforma petrolífera china en unas islas de soberanía disputada.

Ambos países mantienen un contencioso por la soberanía de las islas Spratly y Paracel en el Mar de China Meridional.

El último incidente se produjo anteayer, cuando Hanoi denunció que China ha vuelto a instalar una plataforma petrolífera en aguas disputadas cerca del Golfo de Tonkín. Por su parte, Trong es un hombre del aparato, con mucha influencia dentro del partido y favorable a mantener el peso del Estado en la economía, reacio a acelerar las reformas y proclive a rebajar el tono en las disputas territoriales con Pekín, a quien considera aliado ideológico.

Buscando el equilibrio

La importancia de este congreso ha llevado a analistas como el estadounidense Alexander Vuving a señalar que «Vietnam se encuentra en su punto más crítico desde el final de la Guerra Fría». Otros expertos, como el australiano Carl Thayer, opinan que la política exterior no cambiará de forma sustancial sea quien sea el ganador.

«Vietnam seguirá buscando una política de equilibrio multipolar», vaticina. Aunque Trong mira a Washington con mayor recelo que Dung, su histórica visita oficial a la Casa Blanca en julio y su apoyo sin fisuras a la firma del Tratado Transpacífico de Cooperación Económica con EEUU sugieren que hace suya la apuesta multipolar.