Arnaitz GORRITI
NBA

Los banquillos de la NBA arden tras el cese de David Blatt de los Cavs

Pese a llevar el mejor balance del Este, desavenencias con LeBron James y la paliza ante los Warriors motivaron su polémico despido.

«Da igual que lleves el mejor récord del Este y seas el tercero de toda la NBA. Cuando eres entrenador sabes que tu puesto siempre está en el filo. Ese es un oficio muy desagradecido». El técnico de Los Angeles Lakers, Byron Scott, no daba crédito a la noticia de que los Cleveland Cavaliers acababan de destituir a David Blatt. Su colega de San Antonio, Gregg Popovich, añadía que «visto desde fuera, no creo que esta decisión tenga nada que ver con la capacidad de David Blatt como técnico».

Pero así fue. El pasado día 22 los Cleveland Cavaliers sorprendían con la decisión de cesar a David Blatt y poner a su ayudante, Tyronne Lue, al que la franquicia renovaba por tres años y 9,5 millones de dólares. Lue, que ya como segundo era el ayudante mejor pagado de la NBA, daba un paso adelante en el escalafón, aupado según los mentideros de la NBA por LeBron James, «instigador» del despido del exseleccionador de Rusia y vencedor de la Euroliga con el Maccabi de Tel Aviv.

Esa condición de «entrenador europeo» le ha venido mal a David Blatt, por muy estadounidense –e israelí– que sea. Eso y su «falta de críticas» hacia LeBron James o su mala relación con una estrella como Kevin Love, cuyo rol de «segundo espada» choca con una mayor petición de dureza en defensa y rebote del propio Blatt.

De nada le sirvió su 73% de victorias –un balance de 30-11– o liderar el Este. Ni siquiera llevarse el título de la Conferencia Este en los pasados play offs a pesar de las ausencias por lesión de Kyrie Irving y Kevin Love, o el hecho de competir con los Warriors en las finales, cayendo por 2-4 pese a las citadas ausencias. Todo ello en su primer año al frente de una franquicia NBA.

Rick Carlisle, entrenador de Dallas Mavericks, ganador de un anillo y presidente de la Asociación de Entrenadores de la NBA, era de los primeros en poner el grito en el cielo al enterarse de la noticia. «Estoy avergonzado de que sucedan cosas como esta en nuestra liga».

Con el fuego encendido, alguna mecha más prendía. Como pudo ser la sospecha de que LeBron James ya procuró echar a Eric Spoelstra durante su etapa en Miami, según afirmaba un propietario minoritario de los Heat –un tal Ranaan Katz– y que solo Pat Riley habría impedido.

El propio LeBron salía al paso de tales críticas negando la mayor. «Nunca, desde que comencé a jugar a baloncesto he minado la autoridad o le he faltado al respeto a un entrenador», afirmaba, concluyente, aparte de añadir que se había enterado de la decisión de la franquicia después de que el cese de Blatt se hubiese hecho público.

Paliza ante los Warriors

Lo cierto es que los «rumorólogos» han tenido carnaza. Uno de los trabajos más interesantes lo editaba la página web bballbreakdown.com, en el que entreveían el cese de Blatt en la derrota de Navidad ante los Warriors por 89-83. Menos grave que el posterior 98-132 escandaloso del 19 de enero, pero tras el que Blatt fue criticado por variar su rotación; una crítica que partía de LeBron James.

La web criticaba a su vez a la gran estrella de los Cavs, ya que el siguiente duelo de los de Ohio, allá por el 27 de diciembre, se saldaba con una vergonzante derrota por 76-105 ante Porland, en un «clínic» de desidia de LeBron, sobre todo atrás. Las posteriores derrotas ante San Antonio, 99-95 el 15 de enero, y la conocida paliza en Oakland convencieron a los de Ohio de que, por muy bien que les fuera en el Este, con Blatt jamás optarían al anillo. La web se preguntaba si será «la competitividad de Blatt o la profesionalidad de la plantilla la que debiera cuestionarse».

«The Ace of Spades»

El pasado día 18 fallecía a los 91 años el entrenador Johnny Bach, la tercera pata de los Bulls campeones entre 1991 y 1993. A la sombra de Phil Jackson y Tex Winter –ideólogo del «triángulo ofensivo»–, Bach fue el líder de la defensa, capaz de convertir a Horace Grant y Scottie Pippen en «los dóbermans».

«Siempre decías que ya descansarías en tu ataúd. Pues bien, descansa en paz, amigo mío», terminaba el responso de Phil Jackson a la muerte de su exayudante, publicado por el «Chicago Tribune». Casualmente, Phil Jackson fue el responsable de que los Bulls despidieran a Bach. Cuando el periodista Sam Smith publicó el libro The Jordan Rules, en el que se sacaba a la luz la cara oculta de Michael Jordan, dibujándolo como un dictador con sus compañeros, Bach quedó marcado como el «topo». Años después se conoció que quien hizo esas filtraciones fue... Phil Jackson.

Bach consagró al basket 56 años. Con su retórica militar –su gemelo desapareció en combate en la II Guerra Mundial– y directa, se ganó el cariño de una plantilla que, de su mano, se creyó algo más que «los comparsas de Michael Jordan». Mostró su marca, el As de Picas, signo militar del enemigo abatido, durante aquellos años. Y con el el primer threepeat de Chicago.

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