EIBAR 1

MÁLAGA 2

Se atasca la trayectoria del Eibar, que pone fin de forma abrupta a su mejor racha de la temporada tras sufrir otro embotellamiento, el que provocó el Málaga en Ipurua para condenar a los azulgranas a su segunda derrota consecutiva. Insuficiente para abrir la puerta a los fantasmas del pasado, aunque la inmediata visita al Vicente Calderón invita a pensar que los días de vino y rosas, de repetirse, tardarán en volver a llegar.

Se llevó los tres puntos el equipo de Javi Gracia porque marcó el único gol del partido pero también porque fue el equipo que supo llevar adelante su plan. Los blanquiazules llegaban a Ipurua presumiendo, con razón, de disciplina defensiva, y proponiendo así un bonito duelo con uno de los ataques más chispeantes de la categoría. Aunque quizá bonito no sea el término apropiado, precisamente porque el equipo andaluz se salió con la suya, anulando casi por completo la vocación ofensiva de su anfitrión. Peor aún, el Málaga tuvo el acierto suficiente para aprovechar una de sus contadísimas ocasiones y la fortuna de hacerlo en el último suspiro previo al descanso, justo después de que Pantic, lesionado, dejara su puesto en el centro de la defensa a Borja Ekiza. Por segunda semana consecutiva, el Eibar perdía a uno de sus centrales en el primer tiempo.

Todo ello abocó al Eibar a un doble desafío. Nadar a contracorriente en toda la segunda parte, circunstancia en la que no se mueve nada bien –en los tres partidos anteriores en los que se había adelantado el rival, Atlético, Real Madrid y Deportivo, no fue ya incapaz de remontar, sino que ni siquiera pudo marcar un gol–, y hacerlo contra un rival de claro corte defensivo, que le había envuelto en su telaraña desde el pitido inicial.

Aunque, obligado por el marcador y con la aportación de un Jota siempre animado, se vio algo, ligeramente, más incisivo en la reanudación, tampoco entonces superó el reto. Como no lo había hecho en el primer tiempo, muy diferente del que habitúa el equipo azulgrana, sobre todo en su estadio –había marcado once goles en los cuatro últimos partidos disputados en Ipurua–. Lo impidió un rival que dejó claro su objetivo desde el principio y que se empleó a fondo para conseguirlo. Juanpi y un gran Chory Castro se pusieron el buzo para ayudar a sus laterales a cerrar las bandas a cal y canto. Inui y, sobre todo, Keko, quedaron anulados, y con ellos el principal recurso ofensivo del Eibar, que poco tenía que hacer por dentro, con la acumulación de jugadores rivales taponando huecos, y menos aún con balones altos, teniendo a dos torres como Albentosa y Filipenko en el área visitante. No quedaban muchas alternativas, y si las había, los armeros fueron incapaces de encontrarlas.

Así que los minutos fueron transcurriendo no ya sin goles, sino incluso sin ocasiones. Hubo que esperar diez minutos para que el Eibar pisara el área por primera vez –y con mucha timidez, una internada de Inui que acabó con el balón saliendo– desviado y alto, más de un cuarto de hora para que llegara el primer centro por banda –un balón de Keko que Bastón, muy forzado, apenas pudo tocar–, media hora para que Kameni tocara la pelota por primera vez –una acción personal de Inui que acabó con un remate flojo desde la frontal– y nada menos que 46 para que el Eibar botara su primer córner.

Para entonces, el marcador ya sonreía al Málaga. Porque el equipo de Gracia no se conformó con proteger su área. Arriesgando lo mínimo, pero también se asomó a las inmediaciones de Riesgo. Y lo hizo con la efectividad de la que habitualmente hace gala su rival. En el último minuto del primer tiempo, seis después de que se retirara Pantic con una probable rotura en los isquiotibiales, y después de que Charles y Chory Castro hubieran probado suerte, fue Juanpi el que remató en boca de gol un balón del exjugador de la Real para llevar el 0-1 al marcador.

Con la segunda parte llegaron la entrada de Jota –muy celebrada por la afición– y nuevos ánimos en las filas azulgranas. Durante un rato pareció que la tarde podía mejorar, aunque posiblemente fueron las ganas, más que el juego, las que abrieron la puerta a la ilusión. Porque también entonces sobraron los dedos de una mano para contar las ocasiones del Eibar.

Además, con el transcurso de los minutos, el Málaga se fue convenciendo de que podía sentenciar el encuentro a la contra. Salvaron Escalante, Ekiza, el palo y un fuera de juego pero a la quinta, ya en el descuento, llegó la vencida, con un buen remate de Santa Cruz, que había entrado en los últimos minutos. Borja Bastón maquilló el resultado en los últimos segundos pero no pudo evitar la derrota.

«Ha sido más mérito del rival que demérito nuestro»

El Málaga fue mejor y se llevó los tres puntos. Una lectura sencilla pero ajustada a lo que sucedió ayer en Ipurua. Y así lo entendió también José Luis Mendilibar.

«Ellos han leído mejor lo que había que hacer –argumentó–. A nosotros nos ha costado desde el principio. Han estado muy bien y nuestros delanteros casi no han tenido ocasiones, en el centro del campo también hemos estado un poco perdidos...». Lo cierto es que al Eibar no le salió casi nada, aunque el zaldibartarra lo achacaba principalmente a la buena labor de su rival. «Ha sido más mérito suyo que demérito nuestro. Han estado muy bien, han defendido muy fuerte, han chocado cuando tenían que hacerlo, interrumpudo el juego cuando tenían que hacerlo... Han conocido mejor cómo iba a ser el partido antes que nosotros; para cuando nosotros lo hemos sabido, ellos ya nos habían adelantado y estaban mejor. Luego el gol ha llegado justo antes del descanso y les ha dado tranquilidad cuando nosotros podíamos haber hecho algo más en el segundo tiempo. Aunque también nos ha costado».

El técnico, además, lamentó la lesión de Pantic, justo antes del gol, que provocó que Ekiza entrara casi sin calentar, «aunque no quiere decir que haya sido por eso porque antes del remate ha habido un robo y una jugada por banda», y el estado del césped, que «no ayuda», aunque no quiso que se entendiera como una excusa. A.U.L.

Representantes del Mallorca se reúnen con Eddy

El consejero delegado del Mallorca Maheta Molango estuvo ayer en Eibar. Mantuvo una reunión con Eddy Silvestre, cedido por el Murcia al club azulgrana, y uno de los jugadores con los que menos está contando José Luis Mendilibar. De hecho, ayer siguió el encuentro desde la grada.

Bajas por ambos bandos para el Vicente Calderón

El Eibar visitará al Atlético de Madrid el próximo sábado (16.00). No podrá jugar, por contrato, Borja Bastón. El Atético, por su parte, perderá por sanción a Godín, Filipe Luis y Juanfran. También parecen descartados Alexandar Pantic y el colchonero Augusto Fernández, que se retiraran lesionados ayer.