«A rey muerto, rey puesto». Ni 24 horas después de que Fernando Vidarte finiquitara las opciones de continuidad de Xala en Aspe, la promotora eibartarra oficializó la renovación del contrato de Iker Irribarria por un año más, hasta 2019, cuando el delantero de Arama no lleva ni un año en profesionales, en una especie intercambio de poderes dentro del cuadro. El relevo, de hecho, ya se hizo en diciembre, cuando el de Arama se hizo con la plaza de titular en el Parejas que el de Lekuine había ostentado las últimas temporadas –tiene tres txapelas de la distancia–, que podía haber sido una manera de que el lapurtarra prolongara su vinculación contractual más allá del 28 de febrero, que es cuando, siempre que Aspe no dé marcha atrás, concluye el contrato del pelotari, tras 15 años como profesional.

Porque aunque el tacto y la elección de los momentos nunca hayan sido el fuerte en este mundo pelotazale, no parece casualidad que la empresa eibartarra anuncie esta ampliación de contrato de Irribarria –merecida por lo demostrado en la cancha– el día después de que el máximo mandatario pusiera en solfa la profesionalidad de Xala, acusándole de jugar bien solo cuando su contrato está a punto de espirar, y en vísperas de volver a reunirse con el pelotari, según Radio Euskadi hoy mismo, tras haber mantenido ya varios contactos en las últimas fechas.

Dos reacciones antagónicas

Sin embargo, el proceder de las dos partes tras estas tomas de temperatura han sido antagónicas. El pelotari se mostró muy prudente tanto tras la elección de material del jueves, como después de ganar un muy buen partido en el que tenía la complicadísima misión de sustituir a Martínez de Irujo, insistiendo en sus ganas de seguir siendo profesional una vez que ha olvidado sus problemas de espalda y mostrándose ligeramente optimista respecto a ese contacto definitivo con la empresa.

Por su parte, Fernando Vidarte, muy poco dado a hablar en público, aprovehó los micros para cargar duramente contra el pelotari, en una actuación que bien pudiera interpretarse como una postura de fuerza de cara al último capítulo de la renovación –poco probable– o como un acto de revanchismo tras el episodio de la final del Manomanista en 2011, en la que el pelotari terminó ganando la txapela en una final que estuvo muy cerca de no jugar tras un ataque de apendicitis.

Y es que, Fernando Vidarte puede tener argumentos para no renovar a un pelotari que en 2015 solo ganó 7 de los 25 partidos disputados en una situación complicada, con un caché alto y 36 años, pero un deportista con varias txapelas y que abrió nuevos nichos de mercado a las empresas en Iparralde se merece, a todas luces, una salida mucho más respetuosa y digna.

Xabi Tolosa, el que más jugó en enero

En un enero con 20 festivales profesionales de mano, uno más que el año pasado, Xabi Tolosa ha sido el pelotari más utilizado, llegando a jugar ocho partidos, con un total de seis victorias. Otro compañero de empresa, Aitor Irusta, es el que sigue al guipuzcoano, con un partido menos jugado, pero su porcentaje de triunfos es bastante inferior, ya que ha caído derrotado en seis de ellos, una estadística que podría tener su importancia en caso de cualquier lesión de un zaguero en el campeonato de primera, ya que, a la espera del regreso de Zabaleta, parece que uno de los dos sería el llamado en caso de urgencia.

Entre los delanteros de Aspe destaca Aitor Mendizabal, con cinco victorias en sus seis partidos, mientras que en Asegarce Víctor y Olaetxea han sido, con seis, los más empleados, con cuatro y tres triunfos respectivamente. Entre los nuevos, Arteaga necesitó cinco partidos para lograr su primera victoria.J.O.