Maitane ALDANONDO
Bergara

CRECER EN EL MERCADO DE LAS BATERÍAS SIN OLVIDAR LA PRESENCIA LOCAL

Rebattery es un negocio dedicado a la reparación y el mantenimiento de todo tipo de baterías. Aúna la investigación tecnológica y el respeto por el medioambiente en la búsqueda de la solución más adecuada para el cliente, sea una empresa o un particular.

Energy Revival, con el nombre comercial de Rebattery, es una sociedad limitada especializada en baterías. Benjamín Ballesteros puso en marcha el negocio en 2013 gracias al apoyo económico de cuatro empresarios de Bergara. La idea le surgió tras 15 años en Mondragon Corporación Cooperativa, donde conoció el mercado de las baterías y su potencial. Empezaron volcados en la reparación de baterías de plomo ácido, pero la propia demanda de los clientes les hizo ampliar sus servicios. Quieren ofrecer la mejor solución a cada uno, lo que pasa por reparar, mantener, refabricar, vender o comprar la batería. Siempre con el respeto por el medioambiente como fundamento. Otra línea de su actividad se dedica a la investigación y el desarrollo de tecnología. Actualmente tienen aprobados por Gaitek dos proyectos para desarrollar tecnología de reparación de batería secas de níquel y de litio, y patentada otra sobre baterías de plomo.

Los primeros meses se centraron en el exterior, con una iniciativa en Colombia y analizando opciones en Estados Unidos y Centroamérica, hasta que en mayo de 2014 sufrieron un incendio. «Nos dimos cuenta de que éramos invisibles. Estábamos haciendo muchas cosas fuera y, sin embargo, mucha gente en Bergara no sabía que existíamos», recuerda Ballesteros.Tuvieron que permanecer cerrados seis meses y decidieron cambiar de estrategia poniendo el foco en lo local. Admite el emprendedor que «hay un Rebattery antes del incendio y otro después. Ahora es incluso más fuerte y mejor. Es lo que es por su trabajo en equipo y el equipo de trabajo que tenemos». La empresa cuenta con una plantilla multidisciplinar de doce trabajadores. Anualmente, han ido multiplicando por dos la plantilla y la facturación, progresión que creen podrán mantener en lo económico hasta 2020. El pasado ejercicio la facturación no llegó al millón de euros. Si bien el inicio ha sido duro, Ballesteros comenta que está siendo muy satisfactorio y que ha aprendido mucho.

Sus clientes son tanto empresas como particulares. «Desde Ferrovial hasta Itelazpi o la corporación Tecsai. Tenemos un público de lo más diverso, lo que nos da un potencial enorme a la hora de tomar el pulso a lo que la gente percibe y qué va a necesitar», precisa. Señala que la gente aún no ha asimilado que las baterías se reparan y, además, persiste el prejuicio de que lo medioambientalmente bueno es caro. Sin embargo, explica que la reparación cuesta un 25-30% menos de lo que vale una batería nueva y ofrecen como mínimo un año de garantía.

Rebattery tiene cuatro servicios franquiciados en Barcelona, Ontinyent, Sondika y Bogotá, está abriendo un punto de prospección del mercado francés y ha aprobado permisos para abrir en pocas semanas una joint venture en Huntington (California). Este mismo trimestre esperan poner en marcha un centro en Gasteiz junto a Evolo y a una empresa belga de logística. Un proyecto que aúna movilidad y sostenibilidad con el que suministrarán baterías para triciclos. En breve también acometerán la construcción de una planta de ensamblaje para baterías de litio que estará operativa para el tercer trimestre del año y, probablemente, se ubicará en Bergara.

Para dotarse de un poco de músculo financiero para afrontar estos proyectos y encarar las inversiones que requieren, Ballesteros desvela que la sociedad limitada está negociando la entrada de capital con un grupo industrial vasco. «Las negociaciones están muy avanzadas y esperamos que antes de finales de mayo o finales de junio podamos firmar y hacer el anuncio», adelanta.

LA COOPERACIÓN como impulso para desarrollar una IDEA DE NEGOCIO

La colaboración con las instituciones y los centros de investigación es algo que el director general de Energy Revival, Benjamín Ballesteros, considera fundamental para su empresa. Recuerda que Mondragon Unibertsitatea les ayudó a llevar a cabo su idea, favoreciendo que el proyecto avanzara más rápido. «Sabíamos qué queríamos hacer, pero no cómo. Si no hubiéramos tenido ese apoyo para ayudarnos a desarrollarlo, seguramente no lo habríamos logrado. Fue muy importante». Por eso, aconseja a los nuevos emprendedores que pidan ayuda y sigue cooperando con centros como Miguel Altuna, Mondragon Unibertsitatea o el CIC Energigune.