Manu Cabacas, padre de Iñigo, muerto en abril de 2012 por un pelotazo de la Ertzaintza, quiso recordar ayer a «Ugarteko» que la única víctima en este caso es su hijo y, con él, sus padres, su familia y sus amigos.

«Ugarteko», el suboficial que dio las órdenes desde el centro de mando de entrar en el callejón donde mataron a Iñigo Cabacas, ha solicitado recientemente 777.000 euros de indemnización a la abogada de la familia, a GARA y a NAIZ, por el daño moral y patrimonial que le causó la reproducción de las grabaciones de la noche del pelotazo, que considera «sesgada», y por dar a conocer su número de carné policial y su identidad. Aduce que ha perdido su carrera profesional, sus actividades de ocio y que ha estado sometido a tratamiento siquiátrico y sicológico.

Info7 entrevistó en la mañana de ayer a Manu Cabacas y, preguntado por esta cuestión, lo primero que respondió fue «yo he hablado esta noche con Iñigo con mi hijo y le he dicho que le iba a poner en su sitio a este hombre. Pero él me ha dicho que no pierda más de dos minutos con este gran showman y que hable de lo que tengo que hablar». Después añadió que «es inaudito» que lo que preocupe a «Ugarteko» sea «su carrera profesional» y no «la muerte de una persona».

También afirmó que no cree que la demanda «tenga recorrido», porque si así fuera se arrepentiría de vivir en este país.

En todo caso, quiso dejar claro que «la única víctima que hubo ahí fue Iñigo, y sus padres, su familia y sus amigos».

Pero quiso destacar que lo ocurrido con su hijo también les ha dejado «el tesoro» del «cariño de la gente. Que –confesó– te ayuda a vivir».

«Actitud chulesca»

Manu Cabacas desveló que habían coincidido con «Ugarteko» en algún trámite judicial, y denunció su «actitud chulesca, despectiva, sacando la cabeza en actitud de matón en la sala del juzgado, mirando a ver cómo estábamos. Intentando comernos. Bueno, de no recordar»

En cuanto a la imputación del mando que contradijo a «Ugarteko», Manu Cabacas entiende que tiene responsabilidad quien dio la orden, pero también quien luego la siguió a pesar de decir que la situación estaba controlada. «Tenía que haber desistido. Desde luego, no tirar a matar como tiraron», afirmó.

Manu Cabacas habló de lo larga que se está haciendo la instrucción del caso, que va ya para cuatro años, y de la soledad que sienten, porque tanto PNV como el PSE están «salpicados» por el caso.