Julen Amarika estrenó su palmarés como amateur y el del equipo Aldro Team el sábado en Zumaia, donde Manolo Saiz le felicitó en la meta con la misma alegría que tenía cuando ganaba Vueltas con Jalabert o Zulle.

El cántabro, a sus 56 años, dice en su perfil de twitter que «solo soy un amante del ciclismo. Una nueva ilusión deportiva llena mi espacio, Aldro Team». La ilusión era lo que vendía cuando convenció a la Once para sacar un equipo profesional desde 1989 hasta 2003, cuando Liberty Seguros tomó el testigo hasta que su detención en el marco de la Operación Puerto en 2006 supuso su retirada del ciclismo.

Regresó el año pasado como preparador de Baqué, donde comenzó a trabajar con Julen Amarika y lo cautivó de tal manera que el de Loiu, de 20 años, quiso seguir con él en el nacimiento del Aldro Team: «Manolo en Baqué nos preparaba a todos y me gustaba mucho su manera de trabajar y de trasmitirnos su confianza. Es una persona que parece muy seria, le ves muy grande, pero luego es muy cercano. Es exigente. Con respecto a mi primer año amateur en EDP nos pedía más carga de trabajo, más horas, más tiempo. Entreno unas 21-22 horas a la semana. Nos trasmite que hay que tener una disciplina, que los resultados no salen sin trabajo».

Amarika está encantado: «Es un equipo nuevo y la infraestructura y los medios son de profesionales. Tenemos un hotel-residencia en Torrelavega y en Polanco un centro de tecnificación con una sala de biomecánica, de masaje, de hidroterapia... Es de agradecer los medios y las ganas que ponen Manolo y el patrocinador». Y deja claro que tras su calvario con la Operación Puerto, no admite el dopaje en su vuelta al ciclismo: «Es muy contrario, ya nos han dicho que aquí no se permite nada, como en todos los equipos».

Una victoria inolvidable

De Baqué se incorporaron al Aldro Team, Amarika, Rubén Sánchez y el director David Etxebarria, que con Manolo Saiz le guió a la primera victoria el sábado en Zumaia. No ganaba desde que obtuvo su quinto y último triunfo como juvenil en La Rioja en setiembre de 2013.

Sufrió como debutante en el EDP en 2014: «Me costó adaptarme. Piensas que trabajas bien y no hay resultados y te vienes abajo psicológicamente. Baqué me quería desde cadetes, veía que era un equipo que hacía bien las cosas y me fui para allí. Me tocó trabajar y estar en las fugas como es normal cuando tienes corredores como Amezketa y Aranburu. Si hay alguno que va a subir mejor, no importa ayudar lo que pueda. Aunque haya ganado en Zumaia, no me planteo pelear por el Euskaldun, sino ser combativo y ayudar al equipo. Mi objetivo es pasar a profesional, pero como un gregario, un ciclista de equipo».

Que los élites del Aldro Team disputaran la Copa de España el domingo en Murcia le dio una oportunidad en Zumaia que no desaprovechó. «Soy rapidillo e iba a esperar al final junto a nuestro sprinter Miguel Ángel Fernández, que hizo tercero. Toda la carrera hubo mucha tensión, con viento, caídas, bandazos... Fue muy peligroso. Cuando empezó a granizar, con mucho frío pasé por meta y, aunque en ningún momento me planteé bajarme, sí pensé lo a gusto que estaría en la furgoneta. Pero al final iba bien colocado, hubo un parón, decidí atacar, me fui con Castrillo y después de dos años sin ganar al principio ni me lo creía. Pensaba que tenía que haber alguien adelante o algo. Tuve mucha alegría, piensas en esos momentos que has estado con dudas. Sientes que todo el trabajo ha merecido la pena».