Arnaitz GORRITI
NBA

San Antonio, 19 años en la élite

Desde que eligieran a Duncan en el draft de 1997, los Spurs han conseguido cinco anillos, sin dejar de reinventar su manera de jugar.

Los Golden State Warriors, en su decidida obsesión por batir el récord de la Liga Regular de los Bulls de la campaña 1995/96 de 72 victorias, copan las portadas y se llevan todos los elogios. Bien merecidos, por otro lado. No obstante, los San Antonio Spurs van también camino de escribir la historia con letras doradas: después de superar a los Detroit Pistons por 97-81, las «espuelas» –traducción de Spurs al español– texanas ya suman 51 victorias por solo 9 derrotas, y se aseguran un sitio en los play offs por el anillo. Una clasificación que encadenan por decimonovena vez seguida.

La temporada 1996/97 de los texanos fue un horror. El «Almirante» David Robinson solo pudo disputar seis partidos por culpa de una lesión, y la franquicia texana acabaría en la cola de la Liga con un balance 20-62, dando por desperdiciada la campaña, y fiando su futuro a la recuperación de Robinson, a lo que pudiera traer consigo el ascenso de Gregg Popovich al puesto de entrenador jefe –relevó a Bob Hill, destituido después de 18 partidos de aquella olvidable campaña– y a lo que trajera aquel draft.

Y en aquel draft, nunca mejor dicho, les tocó la lotería. Un ala-pívot espigado, rápido, coordinado, callado, trabajador y responsable como él solo, de nombre Tim Duncan, procedente de la Universidad de Wake Forest. Rememorando a los Houston Rockets de los años 80, con Olajuwon y Ralph Sampson, los Spurs iniciaban la era de las «Torres Gemelas», unas torres que cuajarían mejor de lo esperado, logrando los anillos de campeón de 1999 y 2003.

Por encima de las 50 victorias

Excepto en la campaña de 1999, su primer anillo, los Spurs han llegado a los play offs superando siempre la barrera de las 50 victorias en la Liga Regular. Su balance en 1999 fue de 37-13 debido al lockout que a punto estuvo de cancelar la campaña –de ahí el «asterisco» que le pondría Phil Jackson a aquella temporada–, y hasta en cuatro ocasiones han franqueado el listón de los 60 triunfos.

Porque la retirada de David Robinson no supuso ningún trauma en el seno de San Antonio. Tony Parker y Manu Ginóbili habían dado el paso adelante para erigirse en estrellas del firmamento NBA, en un ecosistema en el que Popovich proponía y Duncan disponía. Especialistas en el tiro como Robert Horry –así en los Rockets como, sobre todo, en los Lakers antes de llegar a San Antonio–, Steve Kerr –uno de los escuderos del segundo threepeat de los Chicago Bulls y actual técnico de los Warriors– o defensivos como Bruce «Lee» Bowen, amén de los Glenn Robinson o Malik Rose, completaban un plantel duro y no tan divertido de ver, pero que no por ello dejó de ser competitivo siempre.

Por 4-3 en la finalísima, los Spurs se llevaron su tercer anillo en 2005, destronando a los vigentes campeones Detroit Pistons, mientras que en 2007 –tras su tropiezo en el año anterior cayendo ante Dallas en el desempate de las Semifinales de Conferencia–, apabullaban 4-0 a los Cleveland Cavaliers de LeBron James, siendo Toni Parker el primer jugador europeo en conquistar el galardón de MVP en unas finales de la mejor liga de baloncesto del mundo.

«No sé hasta cuándo seguirá Tim», evocaba Gregg Popovich después de que en 2014 los Spurs conquistaran su quinto y hasta la fecha último anillo. «Quizá se vaya en el tercer cuarto de algún partido, cuando sienta que no tiene nada más que aportar, entonces se levante y se vaya», culminaba.

Un anillo con el joven alero Kahwi Leonard como MVP, pero que, tras superar por 4-1 a los Miami Heat del Big Three compuesto por LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh, tenía el sabor del desquite de un triunfo aplazado, después de que un triple a la desesperada de Ray Allen y una falta no cobrada por Ginóbili en sexto partido de las finales de 2013 impidiera a los Spurs ser «el terror de los años impares». Un anillo más internacional que nunca, con Mills, Splitter, Diaw o Belinelli sirviendo el preciso apoyo de defensa, rebote, pase o tiro de unos Spurs que convertían el pase extra y el triple desde las esquinas –contraviniendo el gusto personal del propio Popovich, siempre y cuando esas confesiones fueran sinceras y no una salida de tono– en obras de arte.

Imbatibles en casa

El triunfo por 97-81 frente a los Pistons suponía un balance de 29-0 para la franquicia texana, superando el 25-0 de los Warriors en esta campaña. De hecho, los Spurs firman un 38-0 en su cancha, solo por detrás del 43-0 que llevan los Warriors y el 44-0 de los Bulls de 1996.

Ahora, con la adquisición de LaMarcus Aldridge o el gigante Boban Marjanovic, los Spurs apuntan a que van a mejorar su registro de la campaña 2005/06 con 63 victorias, pero con la esperanza de jugar con la fanfarria que vaya a acompañar la marca de los Warriors los haga llegar de tapados.

Muere en un accidente el copropietario de Oklahoma

Aubrey McClendon, copropietario de Oklahoma city Thunder, moría en accidente de tráfico, un día después de que fuera imputado por el Departamento de Justicia por «conspiración en la compra de reservas de petróleo y gas». La policía investiga las causas del accidente.

McClendon poseía en torno al 20% de los Thunder, y era cofundador del gigante Chesapeake, segundo máximo productor de gas natural en Estados Unidos y pionero en la práctica del fracking. GARA

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