SPORTING 0

ATHLETIC 2

 

El Athletic habló donde debía, en el campo. Ni siquiera la presión ambiental ejercida desde Gijón, ni siquiera un trencilla internacional que acudirá a la próxima Eurocopa y que cometió errores garrafales, nada pudo con el poso y la sobriedad de un Athletic que duerme de nuevo en puestos continentales y completa una semana de ensueño. Una jornada, además, redonda para los intereses rojiblancos, en la que los rivales que les anteceden y preceden no han sacado adelante sus compromisos. Y lo mejor es que el equipo ofrece una sensaciones que invitan al optimismo. Más allá de los dos soberbios golazos de Beñat y De Marcos, imposible no ensalzar la clase magistral que dictó una vez más el de Igorre, secundado siempre por un de nuevo excelso San José, que se bastaron para merendarse a los ‘guajes’ del Pitu Abelardo. Como impecable fue la seriedad de Laporte y Etxeita para no dar cuartel a los correosos asturianos.

Había temor a ese jugador número doce, a ese ambiente caldeado en la capital asturiana, a cómo influiría en el colegiado, y durante todo el partido se observó cómo los bilbainos tenían la consigna clara de no caer en provocaciones. Y así vimos a un Raúl García más recatado que nunca, y así vimos a un Aduriz que recibió y recibió sin apenas queja hasta que acabó magullado, y así vimos la inexplicable expulsión de Laporte, que será recurrida y retirada porque de lo contrario habrá que darle la razón a Abelardo y su opinión sobre el estamento arbitral.

Ernesto Valverde puso en liza a su once de gala, incluido Balenziaga por Lekue. Enfrente, un Sporting que salió como la vaquilla al ruedo, impetuoso, provocador. El Athletic no cayó en la trampa, el problema es que el árbitro sí, aunque por fortuna no influyó en el resultado. Diez minutos de desbocado ímpetu astur, y a partir de ahí los bilbainos se adueñaron de la pelota y el juego. Sin descuidar lo más mínimo la retaguardia, con San José casi como tercer central, el Athletic empujaba al Sporting en su campo pero no terminaba de crear peligro. Raúl García lo intentó de lejos, Muniain se llenó de balón en una dejada de Aduriz... Poco bagaje. Hasta que Beñat aprovechó que todos vigilaban a todos dentro del área y su libre directo casi desde el vértice del área grande lo puso al palo contrario. Golazo que a punto estuvo de quedar en nada cuando a los tres minutos Sanabria casi aprovechó la única concesión de balón bilbaina para plantarse ante Iraizoz y culminar desviado su disparo.

Media hora de juego y San José era dueño y señor de la zona ancha, a Muniain se le veía participativo, Susaeta y De Marcos percutían pero no mordían, el partido estaba donde los leones querían porque al rival se le iba el gas por momentos.

Pudieron haber sentenciado los de Valverde si Del Cerro Grande hubiera señalado como penalti un claro empujón a Aduriz cuando se aprestaba a cabecear un centro de De Marcos. Pero lo del donostiarra y lo que necesita para que le piten una pena máxima sería digno de estudio. Con un remate suyo desviado acabó una primera mitad con un 66% de posesión para el Athletic y el doble de pases que su rival, con Beñat y San José a la par en esto de repartir juego.

El guión de la segunda mitad fue parecido, con un Sporting que salió como si hubieran descorchado una botella de sidra, aunque más ambicioso y atrevido, empujado por la grada, y un Athletic sin balón que pasaba sus primeros apuros serios ante la insistencia asturiana. Por fortuna, De Marcos zanjó las dudas con un zapatazo desde su carril diestro en una jugada inventada por Aduriz.

Con el 0-2, el Athletic fue si cabe más superior que en la primera mitad, con un Beñat firmando un recital, un San José que ya no solo roba sino que regala pases filtrados cual equilibrista, Aduriz que se encuentra un balón rechazado y se le va fuera por poco... Hasta que apareció Del Cerro Grande para ‘picar’ ante el segundo ‘piscinazo’ de Halilovic y cargar a un incrédulo Laporte con su segunda amarilla. Ninguna de las dos fue falta, pero acabó en la ducha con un cuarto de hora de partido por delante. Y, mientras, en algún lugar del campo, el serbiobosnio Vranjes dibujando una sonrisa en sus labios después de haberse despachado a gusto en cada lance de balón.

El Athletic aguantó sin descomponerse e incluso estuvo a punto de aumentar la renta pero la vaselina de Eraso a Cuéllar no estuvo a la altura de la que San José le había puesto en bandeja. No dio para más porque este Sporting no da para más. Todo lo contrario de un conjunto rojiblanco fiable, que como se vio ayer ha ganado en madurez y, sobre todo, es muy ambicioso.

 

«Nos sentimos fuertes», dice Valverde

Ernesto Valverde no oculta su satisfacción a estas alturas de campaña. «De lo que se trataba en el comienzo y cuando viene el duro invierno es mantener estas posiciones, ahora llegan los partidos decisivos y venimos con la gente muy cargada, pero venimos de atrás adelante y estamos confiados porque nos sentimos fuertes. El año pasado lo hicimos, 35 puntos en la segunda vuelta, y en este es perseguir ese objetivo que tenemos». A juicio del técnico «ha sido una semana perfecta, nueve puntos, y me gusta que el equipo esté así en este momento de la temporada, queremos seguir en esta línea y el jueves tenemos una dura prueba». Respecto al partido, el técnico explicó que «no queríamos que nos sorprendieran y ahí hemos estado muy bien, sobre todo en la recuperación, hemos concedido muy poco y hemos llevado el peso del partido», Sobre el partido de Beñat, «no creo que esté en su mejor momento, sino que es su mejor temporada, nos hace mucha falta y si domina el juego tenemos muchas posibilidades de llevar la manija». J.V.

 

Aritz Aduriz se retira con dolores en la espalda

Aritz Aduriz dio el susto del partido, al retirarse con molestias en la espalda. En la primera mitad recibió un rodillazo del portero Cuéllar, pero Ernesto Valverde dijo desconocer si los problemas se debían a un golpe o a algún mal giro, aunque se mostró optimista de cara a contar con el donostiarra el jueves. Por otro lado, Balenziaga forzó su quinta amarilla en el descuento y no estará ante el Betis el domingo en San Mamés.

 

De Marcos y Beñat destacan la solidez del equipo

«Esta vez iba a tirar y me ha salido bien», declaró De Marcos sobre su golazo. «Hemos controlado el partido y les hemos dominado», añadía, coincidiendo con su compañero Beñat en que «hemos estado bien plantados y no hemos concedido errores». El de Igorre, que dedicó su gol a Gaspar Rosety, espera «seguir así y que vengan mejores partidos».