Al menos 48 personas murieron y 120 resultaron heridas en combates entre fuerzas afines al Gobierno yemení y las milicias insurgentes hutíes en la ciudad de Taíz. En los combates, las fuerzas gubernamentales lograron tomar el control de la entrada occidental de Taíz, la tercera ciudad del país. Con ese avance, afirmaron haber roto el asedio impuesto por los hutíes, algo que llevan meses intentando. Desde la intervención saudí de marzo las fuerzas leales al presidente Abd Rabbu Mansur Hadi, han logrado frenar el avance de los hutíes e incluso recuperar ciertas posiciones en un conflicto que ha devastado el país y costado más de 6.000 vidas. Millones de personas más se encuentran desplazadas.

Por su parte, la agencia de noticias sabanews.net, controlada por los hutíes, informó de la muerte de 27 miembros de las fuerzas gubernamentales. La ONU acusa a los rebeldes de impedir la entrega de ayuda humanitaria en Taíz y denuncia un «asedio virtual» impuesto a la ciudad.

Los hutíes controlan aún todo el norte de Yemen y la capital, Sanaa. Además, los grupos yihadistas han aprovechado el conflicto para incrementar su presencia en el país. Precisamente, las fuerzas leales a Hadi lanzaron ayer otra ofensiva contra el distrito de Al Mansura, situado en el extrarradio de la ciudad de Adén, y bastión de Al Qaeda. Según diversos testigos, hombres armados de ambos bandos se enfrentaron en las calles de este distrito, en las que hay apostados numerosos francotiradores.

Estas ofensivas se producen mientras el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, subrayaba desde Riad la necesidad de poner fin a los conflictos en Siria y Yemen, en conversación con el rey, el príncipe y los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, a los que mostró «su fuerte compromiso» en «nuestra preciada asociación». La ONU ha denunciado que la mayor parte de las víctimas civiles en la guerra yemení son provocadas por los ataques saudíes.