ZF-TRW: ¿Despidos o reparto del empleo?
Banatu Taldea somos un pequeño grupo que intenta impulsar el reparto del empleo como parte de la solución al problema del paro. Nuestros gobernantes llevan casi diez años postergando la solución del paro y fiándola a un desarrollo económico más que improbable que, aun en el caso de producirse, no generará empleo, dado que con el desarrollo tecnológico los índices de productividad superan con creces los del crecimiento.
Si el reparto es una buena propuesta para disminuir el paro, mucho más lo es para impedir despidos, y en esa disyuntiva es, además, más imperioso. Habitualmente nos movemos entre cifras que ocultan personas que no vemos ni sentimos; en el caso de una amenaza de despidos, quienes van a quedar en paro son personas cercanas, que hasta entonces hemos tenido como compañeras. Gestos de solidaridad, como una propuesta de cambiar despidos por reparto de empleo, nos parecen imprescindibles y el no asumirlas más indigno.
Por eso celebramos y alentamos la propuesta de la sección sindical de CGT en ZF-TRW de evitar los 123 despidos que plantea la empresa con medidas de reparto del empleo. Nos parece una propuesta digna y novedosa, que abre puertas a un sindicalismo más humano y amplía los horizontes sociales a soluciones más éticas. No es una propuesta exenta de problemas, pero estos son siempre menores que la aceptación del despido de 123 personas. Podemos además evitar el sufrimiento psicológico de la incertidumbre de estar o no en la lista…
Entendemos que el Gobierno de Navarra y todo el arco parlamentario que se sumaron a la foto del «no» a los despidos deberían también sumarse a esa propuesta. También, que la acción sindical que venía confrontando y ejerciendo por impedir los despidos ahora tendría que empezar a tomar medidas de presión para impulsar esta propuesta u otra similar. La plantilla de ZF-TRW, que recibió el apoyo de la sociedad navarra, debe devolverlo en posturas que vayan más allá de salvar riesgos individuales. La aceptación de los despidos, aun reducidos, y la vuelta a dinámicas de horas extras no es el camino.
Además hay posibilidades objetivas de negociación. La empresa se ahorraría inmediatamente la cantidad considerable que piensa destinar a indemnizar esos despidos (unos seis millon es de euros), y se beneficiaría del incremento de productividad/ hora inherente a toda reducción de jornada; todo eso y algo más debe ponerlo para facilitar la propuesta. También el Gobierno se ahorraría las prestaciones y subsidios de 123 personas, lo que debería contribuir a facilitar un acuerdo en torno a esa propuesta. ¿Dónde están otras medidas más asumibles como prejubilaciones, bajas voluntarias incentivadas…? Plantilla, empresa y Administración tienen que sentarse a negociar.
Cualquier resistencia a un acuerdo de este tipo dejaría a las claras que el problema de los despidos no es solo económico: el paro es una amenaza generadora de miedo y sumisión, supone un caldo de cultivo que propicia recortes laborales y salariales, incrementando los beneficios empresariales. Es un problema de dominación.

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