Txisko FERNÁNDEZ
DONOSTIA

Tubos Reunidos plantea otro ERE que enfría el optimismo de Urkullu

Las grandes empresas instaladas en nuestro país tienen una relación fluida con el Gobierno de Iñigo Urkullu pero, a tenor de cómo se están sucediendo las noticias en los últimos días, no informan de sus planes al Ejecutivo o lo hacen con cuentagotas y a destiempo. Ayer, cuando el lehendakari lanzaba un mensaje de cierto optimismo sobre el futuro del sector industrial, otra gran compañía, Tubos Reunidos, anunciaba un ERE en su planta de Amurrio.

Tras hacerse pública, el martes, la decisión de Arcelor Mittal de proceder al «cese parcial de actividad» en la planta de Zumarraga, el Gabinete de Iñigo Urkullu reaccionó cargando las tintas contra la multinacional y dando la impresión de que había conocido la noticia a través de los medios de comunicación. Esta situación chocaba con la imagen de fluida comunicación mantenida por ambas partes desde que la crisis del acero llegara al candelero informativo.

El Ejecutivo del PNV organizó una «Mesa del Acero», que se reunió el 26 de febrero, a la que invitó, además de a los sindicatos y al clúster empresarial Siderex, a Arcelor y Gerdau. De ese encuentro se desmarcaron ELA, que no acudió, y LAB, que constató que solo iba a servir para lavar la imagen de las grandes compañías en un momento en el que quienes realmente cargan con las consecuencias de la crisis del sector son los trabajadores.

Esta reunión se llevó a cabo coincidiendo con una serie de recibimientos a representantes empresariales que Urkullu fue realizando en Lehendakaritza durante las primeras semanas del año; en la mayoría de ellos, solo se convocó a los medios para tomar imágenes.

Imágenes protocolarias

El 17 de febrero le tocó el turno a la dirección de Tubos Reunidos. El lehendakari, la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, y el de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, se sacaron la foto protocolaria junto a Pedro Abásolo –presidente del consejo de administración de TR–, Enrique Arriola –director general– y Jorge Gabiola –consejero y secretario–. Urkullu y Abásolo ya se habían estrechado la mano ante los medios el 24 de noviembre, cuando el lehendakari entregó al empresario el premio Joxe Mari Korta a su trayectoria profesional.

Esa aparente sintonía entre ambos no se reprodujo ayer. A primera hora de la mañana, en Bilbo, Urkullu aprovechó el acto de inauguración de “Mundura Begira-Mirando al mundo” –organizado por el Consorcio Vasco de Internacionalización– para lanzar un mensaje de optimismo pese a los nubarrones que se ciernen sobre la industria vasca.

«Pese a esas decisiones empresariales (en referencia a los últimos ERE anunciados), la recuperación del sector industrial en Euskadi, paso a paso, es un hecho», afirmó Urkullu, que dijo que su Gabinete trabajará para «minimizar» los efectos de las «malas noticias», aludiendo a las provenientes de Arcelor.

Pocos minutos después de esta intervención, se hacía público que la dirección de Tubos Reunidos había comunicado al comité de empresa que planteará un ERE temporal para su planta de Amurrio, donde trabajan más de 900 personas, lo que fue confirmado por fuentes de UGT a Europa Press.

Este ERE llega después del presentado para 398 trabajadores en Productos Tubulares, empresa ubicada en Trapagaran y también perteneciente al grupo TR, que fue justificado como consecuencia de los efectos en su negocio del bajo precio del petróleo, ya que algunos países productores de crudo están frenando sus inversiones en infraestructuras.

UGT informó de que la empresa trasladó la decisión sobre la planta de Amurrio al comité sin precisar más detalles sobre el ERE, indicando que deben constituir una comisión de negociación. En principio, el periodo de consultas empezaría sobre el día 31 de este mes.

Arcelor informó a Urkullu

La decisión de Tubos Reunidos no tuvo una reacción por parte del Gobierno de Lakua similar a la que protagonizó el día anterior con Arcelor. Es más, ayer el Ejecutivo jeltzale y la multinacional india se enzarzaron en un cruce de declaraciones.

Fuentes de Arcelor aseguraron a Europa Press que la empresa trasladó al lehendakari la decisión de cesar su actividad en Zumarraga en una reunión mantenida el pasado lunes.

Esta se produce después de la adoptada en la ACB de Sestao, que se encuentra en una situación de parada temporal indefinida. En principio, la empresa no contempla, en estos momentos, adoptar medidas en el resto de plantas que tiene en la CAV.

Por su parte, la portavoz del Gobierno navarro, Ana Ollo, dijo que el Ejecutivo «no tiene en este momento información de que esta situación pueda afectar» a las plantas que tiene Arcelor en este herrialde.

Arcelor, a través de la citada agencia, también incidió en que «no hay que dar por hecho» un cierre de su planta en Zumarraga y dijo que se ha hecho «todo lo posible» para mantener la actividad en la fábrica, donde se han llevado a cabo inversiones anuales de 3,5 millones y planes para mejorar la competitividad. Datos con los que, implícitamente, la empresa rechaza las críticas directas vertidas por el Gobierno de Lakua, que le acusó de no hacer las inversiones mínimas para asegurar la viabilidad de la factoría guipuzcoana.

En Zumarraga, la portavoz de EH Bildu y exalcaldesa de Urretxu, Oihane Zabaleta, se reunió con responsables y trabajadores de Arcelor. Posteriormente, ante los medios, reclamó «un plan de emergencia para salvar el sector industrial». «Están desmantelando la industria de este país –subrayó–, con las dramáticas consecuencias que está teniendo en el día a día y en el futuro de miles de personas».

A través de una nota en la que anunciaban «una estrategia común», el Gobierno de Lakua, la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Zumarraga indicaron que pedirán a Arcelor «que presente un plan industrial para la zona del Urola».

Erkoreka patina al «dar oxígeno» a la ACB de Sestao

El portavoz del Gobierno de Lakua, Josu Erkoreka, provocó otra de las polémicas del día al especular con la posibilidad de que el cese de actividad en Zumarraga pudiera beneficiar a la ACB de Sestao, ya que ambas son propiedad de Arcelor y la primera también se encuentra parada. «En la medida que eran dos plantas que podían estar compitiendo en la producción, en una producción que ya era excesiva, es posible, no me atrevo a asegurarlo tajantemente, pero es posible que esto, de alguna manera, (pueda oxigenar) a las plantas más cercanas en la medida en que un competidor inmediato y cercano desaparece de escena», comentó en Radio Euskadi.

Estas declaraciones fueron rechazadas por otros agentes, como ELA, que indicó que es «un escándalo» la muestra de semejante «ignorancia en la materia de quienes deberían de estar aportando soluciones a la industria vasca», ya que las plantas de Sestao y Zumarraga «no producen ningún producto similar y abastecen mercados diferentes».GARA

Bruselas plantea medidas de vigilancia mientras Pekín asegura la financiación de su reconversión

La Comisión Europea (CE) planteó ayer medidas para combatir la crisis del acero, entre las que figura un sistema de vigilancia previa para los productos siderúrgicos, a fin de detectar y poder reaccionar cuando tendencias de importación, como puede ser el dumping chino, amenazan al sector europeo. Este sistema es un instrumento de salvaguardia ya existente.

La CE también hizo un llamamiento a los Estados miembros para que adopten «rápidamente» su propuesta de 2013 para modernizar los instrumentos de defensa comercial, lo cual en determinadas circunstancias «permitiría imponer derechos antidumping más altos». Esa posición fue respaldada por la Asociación Europea del Acero (Eurofer), que en un comunicado instó a los Veintiocho a «actuar inmediatamente».

Mientras, la reconversión industrial planificada por China no conllevará una «pérdida masiva de empleos», según aseguró ayer el primer ministro, Li Keqiang, tras la confirmación oficial de que habrá 1,8 millones de despidos en el sector del acero y el carbón.

En la única rueda de prensa que ofrece al año en China, Li aseguró que el Gobierno «seguirá adelante reduciendo el exceso de capacidad» de la industria, al mismo tiempo que trató de trasladar un mensaje de confianza al asegurar que tiene «los recursos financieros» para cubrir los despidos.

El Ejecutivo chino ya anunció que establecerá un fondo de 100.000 millones de yuanes (unos 13.676 millones de euros) para asistir a los trabajadores que resulten afectados por esta reestructuración.GARA