Jon ORMAZABAL
Pelota

Finalistas por demolición

Irujo y Rezusta, muy superiores en golpe, no dieron ninguna opción a los vigentes campeones en Gasteiz.

BENGOETX.-UNTORIA 8

MTZ. IRUJO-REZUSTA 22


La intendencia no ha andado demasiado fina en este Parejas –las empresas reconocieron entre semana que se les había ido la mano en la confección de las combinaciones– y ya tienen una final de lo más atractiva para el día 9 en Bilbo con las que, sin ninguna duda, han sido las dos duplas más potentes y completas de la competición, después de que Martínez de Irujo y Rezusta demolieran, a base de pelotazos, la defensa de los todavía vigentes campeones.

Eso sí, lo han hecho a costa de una liguilla de semifinales muy deslucida, en la que solo ha habido algo de emoción en el 22-16 del domingo pasado en Astelena de Eibar de Irujo-Rezusta ante Artola-Albisu. En cuatro de los seis partidos de esta liguilla el ganador ha, por lo menos, doblado a sus rivales en el marcador, lo que da cuenta del desequilibrio existente.

Por mucho que las apuestas hayan perdido transcendencia en el negocio de la pelota, siempre son un buen termómetro y ayer volvieron a cantarse dobles a sencillos en un Ogeta con buena entrada pero lejos del lleno, dos síntomas bastante evidentes de que algo no funcionaba como corresponde.

Y la cátedra no falló esta vez en su diagnóstico, ni tuvo que esperar demasiado para comprobar lo acertado de su predicción. Tenía ganas Juan Martínez de Irujo de volver a jugar un partido de campeonato en un escenario que le va tan bien como el gasteiztarra y no defraudó. Un inicio eléctrico del de Ibero, con un primer tanto muy peloteado y dos saque-remates enseguida dieron la primera renta a los favoritos (0-4).

El medio metro que le falta al frontis de Mendizorrotza tampoco es obstáculo para que Beñat Rezusta suelte su zurda, todo lo contrario, su postura no necesita de la altura para hacer daño –allí vencieron a los otros finalistas con Xala en lugar de Irujo– y, con las ideas muy claras, castigaron de inicio a un Untoria al que le pesó mucho la exigencia del Ogeta.

Como en el primer tanto colorado, con un soberbio resto de sotamano, Oinatz Bengoetxea se vio obligado a arriesgar mucho para poder entrar en juego, siempre al ritmo que impusieron sus rivales y sin apenas un par de pelotas francas para enredar el tanto adelante, donde tenían alguna posibilidad de mantener sus opciones.

Roto de inicio

Los vigentes campeones defendieron con ahínco su estatus, pero sus esfuerzos solo les sirvieron para encarecer algo su derrota, quizá más alargar el tanto que en tener verdaderas opciones de poner en peligro a una pareja muy superior en golpe como la de Aspe.

Tras el tempranero 9-2, una sucesión de errores azules, Rezusta perdió sus dos únicas pelotas en el 9-4, dio algo de aire a Bengoetxea-Untoria, pero solo lograron acercarse un tanto más. Sin liarse en buscar el lucimiento personal, Irujo y Rezusta, que sí se permitió el lujo de tirar un gran dos paredes en el 7-14, supieron cargar el juego en un Untoria que fue menguando a medida que se alargaba el partido y tuvieron un final de partido bastante cómodo.

La fórmula de ayer parece la de la kriptonita con la que echar mano a Olaizola Ii-Urrutikoetxea, pero el Bizkaia no parece el escenario más propicio para ponerla en práctica. Ya lo veremos.