Etimológicamente la triscaidecafobia proviene del griego triskaideka y podría definirse como el miedo irracional al número 13. Probablemente se originó en la Edad Media y hay varias teorías que van desde las matemáticas –es el primer número primo tras el doce, cifra a la que desde siempre se le ha tenido gran estima– hasta las religiosas, ya que este era el número de comensales en la Última Cena.

De la misma manera en la que hay edificios que omiten el piso 13, los aviones de Iberia o Alitalia pasan de la fila 12 a la 14 o Renault tuvo modelos numerados del 3 al 25, pero sin el 13, en el mundo del deporte, Ángel Nieto –con sus 12+1 Mundiales de motociclismo– ha sido el ejemplo más popular de esta fobia. Desconocemos si Aimar Olaizola y Juan Martínez de Irujo la padecen pero lo que es cierto es que 2015 ha sido el único año en el que, por vez primera, ninguno de los dos sumó una txapela a su palmarés. Casualidad, o no, la última final entre ambos se produjo el 14 de diciembre de 2014, en el Cuatro y Medio, en la que tras el triunfo del de Ibero, ambos pelotaris quedaron empatados a 13 títulos.

De ahí que los amantes de las estadísticas o los rankings, tienen ya otro motivo para no perderse la final del próximo 9 de abril en el Bizkaia, ya que la final del Parejas servirá para que uno de los dos referentes de la mano actual se quede en solitario como el pelotari en activo con mejor palmarés.

El mejor del Parejas

Pasándonos a cifras absolutas, la txapela del Parejas puede tener un significado muy especial para Juan Martínez de Irujo, ya que calarse su sexta txapela de la distancia lo encumbraría a poder ser calificado como el mejor especialista, ya que ningún otro pelotari ha conseguido llegar a esa cantidad.

Por el momento, está empatado en el ranking con Julián Retegi y Antton Maiz, con cinco entorchados, si bien estos dos han jugado siete finales, número que el de Ibero alcanzará en este 2016. Además, Beñat Rezusta sería el sexto zaguero diferente con el que disputaría la final: Oscar Lasa en 2004 –la única que ha perdido, Fernando Goñi en 2005 y 2009 –el único con el que ha repetido– Peio Martínez de Eulate en 2006, Zabaleta en 2013 y Barriola en 2014 completan la relación.

Aimar Olaizola, que siempre ha ofrecido ventajas con sus zagueros, está bastante atrasado en este ranking, ya que solo ha podido ganar en dos de las seis finales disputadas; con Mendizabal III en 2008 y con Aritz Begino en 2011, la primera de las finales disputadas en el Bizkaia.

Pascual en 2003, Zearra en 2006, Mendizabal II en 2009 y Aretxabaleta en 2014 engrosan una lista de finales perdidas que Mikel Urrutikoetxea no quiere ampliar en su debut en finales de este tipo.

Primer vizcaino en tener las tres

Suceda lo que suceda en la final, el Parejas de Mikel Urrutikoetxea merecerá un capítulo especial en la historia de este deporte simplemente por haber sido el primer delantero en llegar hasta el último partido como zaguero, pero en caso de hacerse con la txapela, entrará en el selecto club de los pelotaris que han sido campeones en las tres especialidades.

De hecho, sería el primer pelotari vizcaino en hacerlo, ya que todos los pertenecientes a esta cofradía son pelotaris navarros; Julián Retegi, Fernando Arretxe, Martínez de Irujo, Aimar Olaizola y Abel Barriola, el último en inscribirse hace dos años.

Es más, sus tres txapelas las conseguiría de manera consecutiva, eso sí, de momento no le alcanzaría para igualar al de Eratsun y al de Ibero, que son los únicos que han sido capaces de ganar todas las txapelas de un año natural. Beñat Rezusta se estrenará en un campeonato de Primera.J.O.