SOS Racismo Araba mostró ayer su rechazo al Plan Estratégico contra el Islamismo Radical. Un polémico proyecto, presentado el pasado verano por la consejera de Seguridad, que incluye la elaboración de un mapa de las mezquitas de la CAV. En opinión del portavoz de la citada asociación, Fede García, este mapa, diseñado para conocer los centros de «mayor riesgo», tal como reconoció Estefanía Beltrán de Heredia, estigmatiza a la población musulmana. «Los delitos los cometen las personas, no las creencias», afirmó en el Parlamento de Gasteiz, donde advirtió de que la criminalización de los centros de culto puede dar pie a conductas islamófobas, como ha ocurrido en Zabalgana.

Para evitar que en futuro se repitan casos similares, García reclamó la creación de una ponencia que tenga por objeto establecer medidas dirigidas a mejorar la convivencia entre personas de diferentes credos. «Se tienen que modificar las normas para mejorar la convivencia, porque las personas musulmanas son ciudadanos vascos. Son nuevos vascos», señaló.

Su intervención despertó el malestar del parlamentario jeltzale Juan Carlos Ramírez-Escudero, que defendió el plan de Lakua, así como la Instrucción 79 de la Ertzaintza, derivada del mismo. Por su parte, el parlamentario de EH Bildu Igor López de Munain censuró el control sobre las mezquitas y recordó que la mayoría de los autores de los atentados ocurridos en el Estado francés y en Bruselas son hijos de personas migrantes, «de segunda o tercer generación», que no aparecen en el plan del Gobierno autonómico.

A su parecer, el Gabinete de Iñigo Urkullu ha optado por «estigmatizar a un colectivo. Ha tomado el ‘todo por la parte’, al igual que se hacía con la excusa del ‘todo es ETA’. En estos términos se presenta el plan».