Natxo MATXIN
BILBAO ATHLETIC

El duelo de la cofradía del clavo ardiendo

Una victoria de los cachorros les permitiría traspasar el farolillo a sus rivales y aumentar la esperanza.

Será la primera vez que el Bilbao Athletic juegue en terreno del Llagostera –el conjunto catalán no lo hace en su campo, sino en Palamós, por obligación de la normativa– y la trascendencia de este inédito encuentro es máxima. Caso de ganar –sería el tercer triunfo consecutivo–, los cachorros no solo cederían el farolillo rojo a su rival, sino que le infligirían un mazazo psicológico inversamente proporcional a la dosis de moral que se extendería por el vestuario vizcaino, de cara a obrar el milagro de una permanencia que hace escasas jornadas se veía como un imposible.

Las victorias sobre Huesca y Oviedo han elevado el ánimo de la tropa rojiblanca hasta límites insospechados, ahora sí que el camino del buen fútbol trae consigo los frutos apetecidos y nadie duda de que hay que continuar por esa línea para conseguir un objetivo que premiaría la insistencia en una dinámica de juego atractiva y meritoria.

«Urgencias clasificatorias»

El técnico del filial, Cuco Ziganda, tendrá que volver a decidir si opera sobre el campo con una línea de cuatro o cinco defensas al recuperar al sancionado Ramalho, además de que en el lateral izquierdo estará Iriondo, sustituyendo al castigado Saborit. El técnico de Larraintzar confirmó que Etxebarria –ascendido por las bajas del primer equipo– estará a su disposición.

«No hemos tenido mucho tiempo para preparar el partido, pero no estamos en disposición de regalar nada, queremos obligar a todo el mundo a que nos ganen. Es un duelo de urgencias clasificatorias», manifestó el entrenador navarro.