Arnaitz GORRITI
DOMINION BILBAO BASKET

A golpes el Real Madrid es superior

Con un gran Dairis Bertans como líder, los hombres de negro aguantaron el tirón, pero pecaron de no frenarel caudal ofensivo madridista, que acabó por imponerse. El poder reboteador de Lima ahogó a los bilbainos.

REAL MADRID 102

DOMINION B. BASKET 80


Dominion Bilbao Basket tenía una misión complicada en el Barclaycard Center, y no tuvo mejor idea que enfrentarse al Real Madrid a ver quién metía más puntos. Pese a la diferencia final, los hombres de negro compitieron dignamente, pero por pura capacidad anotadora, el conjunto merengue es superior, como se pudo ver ayer. Y eso que Laso no dio minutos a Nocioni, y dejó sin convocar a Thompkins y Rudy Fernández.

Si es por ausencias, Bilbo Basket tenía las suyas, ya que Alex Ruoff se encontraba en los Estados Unidos con el permiso del club, atendiendo un problema relacionado con la madre del escolta; en su lugar jugó Tobias Borg, pero al sueco se le notó mermado físicamente. Pero es obvio que la «potencia de fuego» de los jugadores bilbainos es notablemente inferior a las bajas madridistas.

Con todo, hay que agradecerle a la escuadra bilbaina el saltar a la cancha merengue sin complejos. Dairis Bertans fue el principal exponente de ese juego desenfadado, ya que el «cohete letón» lideró un primer parcial en el que Bilbao Basket acabó vencedor por 23-26. Pero ya entonces se vio que, de no defender con mayor dureza o cerrar mejor el rebote –el 45 a 29 en este apartado lo explica todo–, poco habría que hacer. Augusto Lima, en ese sentido, resultó diferencial. El pívot hispano-brasileño sumó 11 puntos y 13 rebotes y fue una pesadilla constante para un Bilbao Basket que al descanso cedía por 54-45, tras encajar un 31-19 en el segundo período.

Otra vez Luka Doncic

Mientras a Bertans le duraba el fuelle y el acierto, Bilbao Basket estuvo dentro del partido. Claro que, conforme avanzaba el duelo, se volvía más difícil.

Y por si fuera poco, la perla eslovena del Real Madrid, Luka Doncic, volvió a tener un buen día frente a los hombres de negro. Como bien mostrara en Miribilla en el choque de la primera vuelta, este escolta nacido en 1999 es una estrella en ciernes a nivel continental –como mínimo–, y conforme los bilbainos bajaban los brazos, el balcánico martilleaba con lanzamientos, penetraciones y asistencias sobre la canasta rival.

Los aplausos del Barclaycard Center a Raül López o el amago de tangana entre Jeffery Taylor y Alex Mumbrú en los últimos miutos solo fueron dos anécdotas de un partido digno de Bilbao Basket, pero insuficiente para optar al triunfo.