Arte en la niebla
Pequeñas gotas de agua flotan en el aire impidiéndonos ver más allá de un kilómetro. Seguramente es porque estamos rodeados de niebla (aunque también podría tratarse de neblina o de calima). Un fenómeno atmosférico que es calificado como débil, si nos permite ver hasta 500 ó 1000 metros; moderado, si la visión es posible entre 50 y 500 metros; y denso, cuando la visibilidad es menor de 50 metros.
Las nieblas pueden ser de diferentes tipos: de inversión, de ladera, de mar, de radiación, engelantes, secas, meonas, subfundidas… En cualquier caso, cuando su intensidad, extensión o características necesitan ser resaltadas en las alertas meteorológicas nos van a mostrar únicamente el color amarillo. Algo que no ocurre con la mayoría del resto de los meteoros que pueden llegar a presentar alertas de color naranja y rojo.
Esta humedad «colgada» en el aire puede ser una pesadilla en la carretera, haciendo muy arriesgada la circulación. Y un peligro considerable en el monte, si consigue desorientarnos… Pero también es capaz de ofrecernos fenómenos extraordinarios como arcos de niebla (arco iris blanco), espectros de Brocken (nuestro propio reflejo en la niebla) o bosques sumidos en ambientes realmente mágicos.
Debió de ser algo de esa magia la que enamoró a Fujiko Nakaya (Sapporo, 1933) y le llevó a ser la primera artista que trabajó con la niebla como medio escultórico. Un trabajo con el que llegó a realizar proyectos comunes entre artistas e ingenieros, tras su contacto con el grupo EAT (Experiments in Art and Technology) a mediados de la pasada década de los setenta. Su primera escultura con niebla la realizó en Osaka en 1970. En 1989 dio un paso más allá y patentó un artilugio para hacer este tipo de esculturas. Y, curiosamente, en 1999, con motivo de la exposición retrospectiva de Robert Tauschenberg, instaló en el Museo Guggenheim de Bilbao la obra “Fog Esculpture # 08025 F.O.G.”. Premiada en variadas ocasiones por su delicado y efímero trabajo, ha colaborado en exposiciones, en conciertos, en operetas o, incluso, en el cine.

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