Natxo MATXIN
ALAVÉS

Quinto empate consecutivo en casa que aleja a los locales del liderato

Los de Bordalás le pusieron mucho empuje y desgaste físico, pero poco acierto, para acogotar a un Elche que se defendió con orden.

ALAVÉS 0

ELCHE 0


El Alavés encadenó su quinto empate consecutivo en Mendizorrotza –el cuarto que acaba sin goles–, donde una vez más no le sirvió todo su empuje para que los tres puntos se quedasen en Gasteiz. Pese a embotellar al Elche en su campo, especialmente en la segunda parte, la escuadra babazorra volvió a pecar en los metros finales. La igualada aleja al Glorioso del liderato, pero permite abrir una brecha provisional de cuatro puntos sobre el tercero.

El encuentro transcurrió por los derroteros de la presión mutua. Evitar que el rival tuviese una salida cómoda de balón fue la consigna que ambas escuadras se tomaron muy a pecho. Y ello derivó en un choque muy disputado, intenso –el colegiado también ayudó con un arbitraje muy británico–, a oleadas farragoso por el continuo cambio de posesión de la pelota, pero también con aproximaciones cargadas de cierta peligrosidad.

Las más en el primer tiempo cayeron del lado babazorro. Y la mejor partió de las botas de un pillo Toquero que adivinó la trayectoria de una mala cesión de Armando para plantarse delante de un Javi Jiménez, que demostró por qué es uno de los cancerberos menos goleados de la categoría. El gasteiztarra lo hizo bien y buscó en el mano a mano un toque complicado para el meta ilicitano, pero este sacó una manopla rapidísima para evitar el 1-0. Corría el minuto 10 y el que los anfitriones se hubiesen puesto por delante tan pronto hubiera allanado y mucho el camino.

El Alavés insistió en visitar las inmediaciones del rival, aunque la cercanía con el gol ya no lo fue tanta. Bernardello, Juli, Sergio Mora y Dani Pacheco lo intentaron con disparos desde fuera del área, unas veces desviados y otras encontrando de nuevo el buen hacer de Javi Jiménez. Lo mejor, en todo caso, para los intereses de los locales, fue que el Elche apenas le inquietó. Solo una maniobra del pichichi Sergio León, que acabó en chut raso y pegado al poste con la zurda, inquietó a un seguro Fernando Pacheco a la media hora de juego.

Vuelta de tuerca sin premio

Los de Bordalás buscaron tras el descanso darle otra vuelta de tuerca a su dominio apoyándose en el poderío físico. Un desgaste que obligó al adversario a replegarse todavía más –el Elche lo fio todo en ataque a pelotazos y la habilidad de Sergio León–, aunque la falta de acierto en los metros finales volvió a ser una losa demasiado pesada y determinante para que Mendizorrotza se quedase otro fin de semana sin disfrutar de una victoria.

Sin restar mérito a la tela de araña ilicitana –por algo acumula ocho jornadas consecutivas sin perder–, durante el último cuarto de hora los anfitriones dispusieron hasta de tres lances para desequilibrar la balanza. Un disparo duro, pero centrado, de Juli, un cabezazo a saque de esquina de Laguardia –el segundo consecutivo en apenas cuatro minutos– que no encontró portería, un empalme de Toquero, obstaculizado por un defensa, que tampoco fue entre los tres palos, y un testarazo también exigido de Manu Barreiro en el descuento fue lo más cerca que estuvo del gol el Alavés.

Faltó la guinda a la paternidad de Toquero

Gaizka Toquero no pudo ponerle la guinda con un gol a su reciente paternidad, pero a fe que lo intentó el pundonoroso delantero, que además no tuvo pelos en la lengua. «Hemos hecho un partido más serio que anteriores en Mendizorrotza, pero un equipo que aspira a subir a Primera no puede llevar tres meses sin ganar en casa», admitió.

«Lo hemos puesto todo para quedarnos con los tres puntos y merecimos más que el empate, pero ha faltado el acierto. Solo pensamos en el ascenso directo y lucharemos por ese objetivo», amplió. N.M.