Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - FINAL DE LA EUROCUP

Galatasaray alza los brazos por encima de sus nervios

Lasme, MVP, McCollum y Guler batieron a un Estrasburgo que no quiso caer.

GALATASARAY 78

ESTRASBURGO 67


Hasta Ergin Ataman, tan iracundo y hosco siempre, celebraba por todo lo alto el triunfo de Galatasaray mientras que la hinchada invadía el Abdi Ipekçi Arena en la cuenta atrás de una finalísima de la Eurocup tirando a mediocre, aunque con una emoción terrible.

Aguantó a rueda el Estrasburgo, y de la mano de Collins, acarició el sostener el 66-62 de la ida. Pero se encontró con un Galatasaray volcado, con McCollum anotando tiros de máxima presión, Lasme, MVP de la final, volviéndose el amo de la zona, y con Guler, que superaba sus propios nervios para sumar las asistencias, robos y canastas decisivas para levantar este trofeo.

Cinco días y mil baloncestos

Del 7-8 del primer cuarto del partido de ida al 27-16 del final del primer cuarto de ayer había cinco días y mil baloncestos de diferencia. Sinan Guler, tan apocado y desacertado en tierras francesas, se transformaba en un martillo pilón en un Abdi Ipekçi que recuperaba las galas de antaño, llevando en volandas a los de Ergin Ataman, que durante varios momentos, llegando a ponerse con 13 puntos de diferencia, parecían poder romper la final para siempre.

Pero el Estrasburgo, que ya sobrevivió al partido de ida, tiene afán de garrapata, y en el segundo asalto volvió a nacer. Al descanso, la suma del tanteador beneficiaba a los otomanos, pero la escuadra de Vincent Collet había aguantado.

Primero fue Collins quien lideraba la resistencia, con pespuntes de Duport. Más tarde entraba Fofana en calor, con sus mates y tapones, aunque cuando se iba a la ayuda a los exteriores, Lasme lo hacía polvo con tiros desde 5 metros o mates. Las espadas estaban en todo lo alto al descanso, pero con un 43-35 para los de Ataman, que jamás se verían descabalgados de su posición triunfal.

McCollum releva a Schilb

Dos triples de Koksal parecían cerrar la final. No obstante, los nervios hacían mella en Galatasaray, que desperdiciaba hasta tres contras, mientras que Campbell le daba vida a la final.

Schilb había sido otro de los colíderes otomanos, pero desapareció. Debió ser McCollum, con el Abdi Ipekçi conteniendo el aliento, quien sumara 10 puntos seguidos para poner un 73-60 casi definitivo. Pues no, Estrasburgo se resistía a caer y Collins elevaba un 73-67 que sumía el partido en una racha de errores por pura tensión.

McCollum, con dos tiros libres, y tres puntos de un Guler muerto del susto, hacían estallar de alegría a la grada de Galatasaray, que aparte de ganar un trofeo a nivel continental, jugará la próxima Euroliga.