Como estaba previsto desde hace un par de meses, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer que el billete de 500 euros dejará de producirse a finales de 2018, si bien seguirá siendo una forma de pago legal. El BCE informó de que «interrumpirá permanentemente» la producción del billete púrpura y que lo excluirá de la serie de billetes “Europa”, en la que se tienen que introducir los nuevos de 100 y 200 euros.

En el comunicado oficial, la entidad monetaria señaló que «tiene en consideración la preocupación por que este billete pueda facilitar las actividades ilícitas». No obstante, al mismo tiempo puntualizó que «en vista de la función internacional del euro y de la extendida confianza en sus billetes, el billete de 500 euros seguirá siendo legal y se puede continuar usando como forma de pago y depósito de valor». Es decir, que podrá ser cambiado en los bancos centrales del sistema euro por un periodo de tiempo ilimitado.

La impresión del billete de máximo valor en la eurozona tan sólo se ha realizado en las fábricas de moneda de Luxemburgo, Alemania y Austria en seis emisiones: los años 2004, 2005, 2007, 2009, 2010 y 2014.

Se han emitido 594 millones de esos billetes, por valor de 297,2 millones de euros.