La Asamblea Nacional del PNV proclamó ayer a Iñigo Urkullu como candidato a la reelección en los comicios autonómicos de otoño y aprobó las listas por Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, que encabezarán el propio Urkullu, Josu Erkoreka y Joseba Egibar, respectivamente.

La formación jeltzale acordó además la candidatura de Bakartxo Tejeria a presidir el Parlamento y ratificó las listas al Senado y al Congreso para las elecciones del 26 de junio, que se mantienen inalteradas con respecto al 20 de diciembre.

En un acto político en el Palacio Europa de Gasteiz, el lehendakari repasó la labor de su Gobierno, que ha atravesado «dificultades» y tomado «decisiones difíciles», y se comprometió a trabajar sin «estridencias, alharacas, ni soberbia» y con estilo «alejado de la política espectáculo».

Urkullu lamentó el «inmovilismo y las resistencias a dialogar» sobre autogobierno, y denunció que durante el Ejecutivo de Mariano Rajoy el autogobierno ha sufrido un «constante ataque». Para hacer frente a esta situación, reivindicó «más soberanía en un mundo interdependiente».

En este sentido, llamó a un «nuevo pacto político que sea fruto de la decisión de los vascos» y que siga «las normas y procedimientos legales», aunque estos, recalcó, no deben ser «una limitación sino una garantía de su ejercicio». «Un pacto que se respete y se cumpla por parte de los dos sujetos políticos (los gobiernos español y vasco)», resumió el lehendakari, quien defendió el concepto de «nacionalismo cooperativo».

Además, reconoció que el término «nación foral» puede seguir «sonando a extraño». Sin embargo, aseguró que se trata de un concepto «clave» y defendió la importancia de «actualizar» fórmulas e instrumentos del pasado como en este caso.