El alemán Marcel Kittel (Etixx) volvió a mostrarse inexpugnable al sprint y por segundo día consecutivo alzó los brazos como vencedor de la tercera etapa del Giro, entre Nimega y Arnhem (Holanda) sobre 190 km, en la que además se enfundó la maglia rosa de líder. Pura potencia del corredor de Arnstadt, de 27 años, que justificó su condición de favorito al rematar un enorme trabajo de su equipo, que montó un tren inabordable con Fabio Sabatini al frente que colocó a Kittel en condiciones inmejorables para rematar la faena con un tiempo de 4h.23:45. Entre los vascos el protagonista de la jornada fue el navarro Julen Amezketa, del Southeast, que junto a otros tres corredores permaneció escapado casi durante toda la etapa. Justo hasta que el Etixx y compañía decidieron que la etapa debía concluir al sprint.

Kittel, que firmó el doblete en lo que supone su décima victoria de la temporada, no para de sacar brillo a su nuevo maillot del Etixx. En la etapa que despedía al Giro de Holanda relegó en la recta de llegada a los italianos Viviani (Sky) y Nizzolo (Trek). Del color rojo al rosa. Kittel entrará en Italia al frente de la general, por delante del holandés Dumoulin y del costarricense del Movistar, Amador.

La etapa no conoció tregua de principio a fin. De entrada, se formó una escapada con el holandés Tjallingii (Lotto Jumbo), el italiano Berlato (Nippo), el sudafricano Van Zyl (Dimension Data) y Amezketa. El cuarteto opuso resistencia hasta el circuito final, cuando el Etixx tomó la iniciativa.

Aún resistió con bravura el surafricano Johann Van Zyl, que abandonó la fuga a 12 kilómetros de meta, pero no pudo hacer nada por concretar la hazaña. A falta de 2 el pelotón se le echó encima. Al menos no todo fueron penas para los fugados, pues Tjallingii obtuvo el maillot de la montaña que portaba el vizcaino Omar Fraile y Amezketa, de 22 años, se presentó en sociedad en su primera grande.

Viento y caídas

A falta de relieve, la dificultad radicó en el viento, que dio algún susto. Eolo no falló a la cita y hacia el kilómetros 100 se produjeron los temidos abanicos, esta vez propiciados por el Lotto Soudal y Tinkoff. El pelotón se rompió en varios bloques. En el primero se metieron Dumoulin y Kittel, mientras que el costarricense Amador quedaba cortado. Sin embargo, no hubo especial interés en destrozar la carrera y kilómetros después se volvió a unir el gran grupo, que perseguía a poco más de 2 minutos al cuarteto en fuga

Las caídas no faltaron, y en una de ellas hubo de retirarse en ambulancia el francés Jean Christophe Paraud, con lesiones en la clavícula y en la cara.

Jornada de traslado

El Giro disfrutará hoy de la primera de las tres jornadas de descanso que incluye el programa de la 99 edición. El pelotón llega a Italia y mañana de nuevo a la carretera con la cuarta etapa entre Catanzaro y Praia a Mare.

«Espero disfrutar del liderato todavía unos días en Italia»

«Me encanta ganar en el Giro y estoy muy contento de poderme vestir con este maillot rosa, que me parece muy bonito. Las sensaciones son increíbles, y aunque sé que no durará mucho espero disfrutar del liderato todavía unos días en Italia», señaló Kittel, tras su décima victoria de la temporada.

En relación a la etapa explicó que afrontaron «un reto complicado, porque fue rápida y muy nerviosa. La escapada nos dificultó mucho las cosas, pero mis compañeros han hecho al final un gran trabajo y hemos llegado a la recta de llegada en condiciones de ganar», concluyó.GARA