Tres atentados mataron ayer a, al menos, 48 personas y dejaron un centenar de heridos en Bagdad, que volvió a demostrar su vulnerabilidad. Mientras el Gobierno iraquí anunció a comienzos de marzo una ofensiva sobre Mosul para expulsar al Estado Islámico (ISIS) de la ciudad que controla desde 2014 y EEUU afirma que los yihadistas han perdido hasta el 45% del territorio que controlaba en Irak, el ISIS volvió a mostrar su capacidad para golpear, y de forma sangrienta, en la capital iraquí.

De hecho, más de 150 personas, la mayoría civiles, han muerto en Bagdad desde el miércoles en ataques indiscriminados en barrios de mayoría chií atribuidos unánimemente al ISIS. Los atentados demuestran que las autoridades no consiguen garantizar la seguridad en la vigilada ciudad, a pesar de la ayuda de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que entrena a las fuerzas iraquíes.

El ataque más sangriento de ayer fue cometido por un kamikaze con coche bomba en el barrio de Sadr City, en el norte de Bagdad, que mató a 24 personas.

Otro atentado, obra de otro kamikaze, mató al menos a 21 personas en el barrio Shaab, también en el norte de Bagdad.

El tercer atentado, con un coche bomba, dejó al menos tres muertos en el área de Rashid, en el sur de la ciudad. El primer ministro, Haider al-Abadi, ordenó el arresto de los responsables de seguridad en la zona de Shaab, informó su oficina, que no precisó si se tomó una decisión similar con los responsables de las otras áreas atacadas.

Los yihadistas, que controlan una buena parte del país, han matado previamente en menos de una semana al menos a 94 personas en un triple atentado con coches bomba en Bagdad y a 12 al atacar una comisaría al oeste de la capital y una planta de gas al norte.

Los ataques en Bagdad habían bajado de intensidad en los últimos dos años, coincidiendo con la rápida ofensiva con la que el ISIS conquistó un vasto territorio en junio de 2014, y que llevó la violencia a frentes de batalla abiertos.

Pero con la presión del Ejército y las milicias que le apoyan sobre las zonas que aún controla, parece adoptar ahora la estrategia de regresar con sus bombas a la capital, donde el entrenamiento de miles de agentes de seguridad por las fuerzas militares de EEUU y sus aliados y los numerosos controles parecen tener una eficacia muy limitada.

Los yihadistas lapidan a 21 personas en Mosul

El Estado Islámico (ISIS) lapidó ayer hasta la muerte a una mujer y a 20 jóvenes varones en la ciudad de Mosul por haber mantenido supuestas «relaciones ilegítimas». El jefe del Comité de Derechos Humanos del Consejo de la provincia de Nínive, Gazuan Hamed al-Daudi, denunció que agentes de la «hesba» (policía del ISIS) mataron de una sola vez a todas las víctimas en el barrio de Al-Tahrir, donde una multitud fue obligada a presenciar la ejecución. Los yihadistas arrojaron piedras contra las víctimas durante cerca de una hora, hasta provocarles la muerte. Al-Daudi reveló que un total de 90 jóvenes iban a ser ejecutados, pero el ISIS se limitó a matar a 21 personas como escarmiento y con el objetivo de «impedir la práctica de la prostitución y la fornicación». El ISIS afirmó que lleva a cabo a diario ejecuciones de antiguos miembros del Ejército y la Policía o funcionarios del Gobierno, con métodos como el fusilamiento, decapitación o degollamiento, la lapidación e incluso el lanzamiento de personas desde azoteas.GARA