Representantes de 180 estados –entre ellos 65 jefes de Estado o Gobierno, la gran mayoría de países africanos o asiáticos– y ONG de todo el mundo discuten desde ayer en Estambul, bajo la égida de la ONU, cómo mejorar la respuesta a las crisis humanitarias provocadas por las guerras y el cambio climático, un objetivo que genera escepticismo en ese ámbito.

En la inauguración de la cumbre de dos días, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a gobiernos, empresas y grupos de ayuda a comprometerse a reducir a la mitad el número de civiles desplazados por los conflictos en 2030. En la actualidad hay unos 60 millones de desplazados en el mundo y 130 millones de personas que requieren asistencia.

Subrayó que, aparte de atender a las víctimas, es fundamental prevenir los conflictos. Las guerras han causado un aumento de las necesidades de fondos de emergencias del 600% en los últimos 11 años, especificó, y «los conflictos violentos motivan el 80% de las peticiones de fondos de emergencia».

«Estamos aquí para forjar un futuro diferente», agregó Ban. «No es tarea fácil», porque requiere «una voluntad política de una magnitud que no hemos visto en los últimos años», dijo.

Cooperación más eficaz

Pero una vez estallada la crisis, es necesaria una cooperación mucho más eficaz para hacer llegar los fondos adonde realmente se necesitan, señaló Ban, al presentar la iniciativa Grand Bargain que aspira a reducir los gastos administrativos en la ayuda de emergencia. Sería «un enorme paso adelante en la ayuda humanitaria» que permitiría recibir más fondos, al generar mayor confianza e información más fiable, aseguró.

El gasto anual mundial en ayuda de emergencia es de 28.000 millones de dólares y entre un 14% y 15% se va en costes administrativos, por lo que basta reducir en cuatro puntos este porcentaje, para enviar mil millones más a quienes realmente lo necesitan, calculó.

En el marco de la cumbre, la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Unión Europea presentaron una nueva red mundial contra el hambre que tiene como principal objetivo dar respuestas colectivas a las crisis alimentarias y realizar análisis conjuntos.

El objetivo de la cumbre es movilizar fondos y conseguir un acuerdo en la gestión de la crisis de civiles desplazados y la renovación de compromisos a nivel internacional en materia de Derecho Humanitario.

Sin embargo, Médicos Sin Fronteras (MSF) decidió no participar al haber perdido la esperanza de que la conferencia pudiese solucionar las debilidades de la respuesta humanitaria, anticipando una «declaración de buenas intenciones».

Grecia se prepara para desalojar Idomeni

Fuerzas policiales de toda Grecia comenzaron ayer a prepararse para desalojar en los próximos días el improvisado campamento de refugiados de Idomeni, donde sigue habiendo 8.424 personas. «El papel de la Policía será evitar enfrentamientos y contribuir al traslado de los refugiados a los centros de acogida», señaló un portavoz policial.

Yorgos Kyritsis, portavoz del Gobierno para asuntos de refugiados, confió en que el desalojo y traslado a centros oficiales se lleve a cabo en un plazo de diez días, aunque no concretó cuándo comenzará.

Señaló que será una operación similar a la de hace unas semanas en el puerto del Pireo, donde llegó a haber más de 5.000 personas, la mayoría de las cuales fueron trasladadas a centros organizados, con vistas a desalojar los muelles del puerto durante la temporada turística.

En los últimos días, desde Idomeni se ha trasladado a unas 2.000 personas a centros recién estrenados en el norte de Grecia.

Bruselas aplaudió ayer la decisión del Gobierno griego de evacuar Idomeni. GARA