Itziar Ziga
Activista feminista
JO PUNTUA

Buenaventura

Entre todas las opresiones que cruzan nuestras vidas y nuestras insurgencias, ninguna es tan intestina como la patriarcal. No existe otro sistema de opresión que mezcle tanto a los opresores con las oprimidas. Los latifundistas no cohabitan con la gente desheredada de la tierra ni la oligarquía burguesa con la clase obrera a la que explota. De ahí viene lo más terrible, pero también lo más esperanzador de este maldito sistema que sitúa a los hombres por encima de las mujeres en permanente convivencia. Por ello el patriarcado es tan asfixiante, tan complejo y también tan sorprendente.

La violencia machista dentro del vínculo, es decir, la que ejercen muchos hombres contra sus hijas, compañeras, madres, hermanas, validados por un sistema no tan antiguo como nos quieren hacer creer, pero reforzado en los últimos siglos y omnipresente, es devastadora. Que te maltrate alguien a quien quieres acribilla tus entrañas.

Descubrir cómo dañó Marx a las mujeres de su vida es para arrearle con la dictadura del proletariado. Bakunin merece ser libertariamente sodomizado sin lubricante por su cretina misoginia. La lista de prohombres revolucionarios tan machistas como el tiempo contra el que lucharon es demoledora. Y las excepciones, los gudaris que teniendo en bandeja el machismo eligieron combatirlo y aliarse con las mujeres, enaltecen más que un orgasmo nivel 10 en la escala Richter. Hubo un esclavo liberto, de melena y barba marxista pero en negro y en guapo, tan apasionadamente feminista que murió con 77 años al regresar a su casa de una conferencia sufragista. Frederick Douglass.

Releo “El corto verano de la anarquía”. Mi amor por Durruti y por Barcelona se insufla, todavía más. 1936. Un idiota cualquiera se mofa al encontrárselo con el delantal puesto en su casa. Buenaventura Durruti manifiesta: toma este ejemplo, cuando mi mujer va a trabajar yo limpio la casa, hago las camas y preparo la comida. Además, baño a la niña y la visto. Si crees que un anarquista tiene que estar metido en un bar o en un café mientras su mujer trabaja, quiere decir que no has comprendido nada.