Arnaitz GORRITI
Baloncesto | Laboral Kutxa Baskonia

El sufrimiento otorga el premio de las semifinales

Un parcial de 10-0 al inicio del tercer cuarto voltéo el partido para el Baskonia y dio un colchón de vida.

LABORAL K. BASKONIA 78

GRAN CANARIA 71


Un tapón de Bertans al triple de Báez, el rebote que capturaba Bourousis y los posteriores tiros libres del heleno ponían fin a la agonía que fue la eliminatoria ante Herbalife Gran Canaria. A las 21.00 del viernes, Laboral Kutxa Baskonia se las verá con el Barça en el Palau Blaugrana, cumplidos sus objetivos de la temporada. Gane o pierda, el sufrimiento no será tan grande.

«Ha sido muy muy duro, pero al fin hemos logrado nuestro objetivo, que era llegar a semifinales. Viendo que este año hemos ganado al Barça incluso en su casa, ¿por qué no podemos ganarles?», reflexionaba aliviado Adam Hanga, de los más destacados del encuentro de ayer.

Hay quien compara el carácter aguerrido de Gran Canaria con Olympiacos, y desde luego, al cuadro de Aíto García Reneses solo le falta Spanoulis. Y menos mal –«el mago de Larissa» cerraba la despedida de Dimitris Diamantidis del basket profesional clavando el triple ganador del partido definitivo de la Liga Griega en el OAKA– porque por terquedad y buen planteamiento de juego, no envidia en nada a la escuadra del Pireo.

Y con este planteo se tuvo que topar Laboral Kutxa Baskonia, incapaz de deshacerse de los «pío pío» ni en sus buenos momentos. Cierto que el partido de Bourousis, muy incómodo a lo largo de la serie, fue mejor que en otros días, sobre todo cuando se emparejaba con un Savané cada vez más avejentado. Asimismo, Tornike Shengelia ofreció minutos de intensidad y acierto que se agradecieron como la lluvia en el desierto, así como una racha de triples que ponía al Baskonia 38-31, después de un parcial de 10-0.

Sin embargo, los bases grancanarios seguían jugando cómodos, puesto que ni Adams ni Mike James los presionaban, mientras que Kyle Kuric recordaba al de sus mejores días clavando triple tras triple, al igual que un Eulis Báez que, junto a Newley, recordaba muy bien su gran victoria de 2013 en Zurbano y buscaba repetirla.

Los de Perasovic no terminaban de estar cómodos, al no lograr imponer su ritmo ni conseguir descolgar a un Gran Canaria que aprovechaba los errores gasteiztarras –las 8 pérdidas gasteiztarras de los 20 primeros minutos derivaron; 20 al final, con 12 robos rivales– para endosar un parcial de 2-10 e irse al descanso con una mínima ventaja: 40-41.

Cometer un error menos

La buena noticia del tercer cuarto era otro parcial de 10-0 para el Baskonia, con Bertans reclamando protagonismo y obligando a Aíto García Reneses a pedir tiempo muerto. La mala era que Bourousis se lastimaba el pie izquierdo, aunque por fortuna la cosa quedó en nada.

Los nervios cada vez hacían mayor acto de presencia, aunque por suerte para el Baskonia, Herbalife Gran Canaria erraba por lo menos las mismas ocasiones que el cuadro gasteiztarra. Gran Canaria se mantenía a distancia, pero por fin parecía que la eliminatoria empezaba a teñirse de color azulgrana. El acto final comenzaba con 61-54.

Ya dentro del último cuarto, la guerra de nervios fue haciendo mella a todo el mundo, lo que daba ventaja al equipo que marchaba en cabeza, en este caso Laboral Kutxa Baskonia.

La superioridad reboteadora volvió a ser gasteiztarra –42 a 29–, y ese detalle, junto al desacierto en el triple de los «pío pío» –acabaron con 8 de 33, con un raro 1 de 13 que sumaban dos «viejos zorros» como Oliver y Eulis Báez– suponía el colchón que los de Perasovic necesitaban para, por primera vez desde la temporada 2011/12, colarse en las semifinales de la Liga ACB. Bourousis, con seguridad desde la línea de tiros libres, le brindaba el happy end a la serie.

«Volvemos a semifinales, que es nuestro sitio»

Aliviado y algo desafiante, Velimir Perasovic se mostraba feliz por el triunfo y la clasificación. «Después de tres años, volvemos a semifinales, que es nuestro sitio: entre los cuatro mejores de la Liga ACB», resumía el de Split.

«Sabíamos que iba a ser difícil. Ha vuelto a ser un partido de mucha tensión y muchos nervios. En Gran Canaria ellos nos ganaron en el apartado del rebote y sus robos de balón, pero esta vez esta batalla ha caído de nuestro lado. Ahora nos enfrentamos al Barcelona, líder de la Liga Regular y equipo que ha jugado el mejor baloncesto, pero al que también hemos ganado varias veces a lo largo del año. ¿Por qué no pensar que le podemos volver a ganar?», reflexionaba el preparador gasteiztarra, de acuerdo con el discurso de sus jugadores.

Cuestionado sobre Michael Roll, Perasovic valoró el «equilibrio» que aporta al equipo, «un grupo en el que demasiada gente tira hacia la locura», dijo.GARA