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brasilia

Temer insiste en la necesidad «sacrificios» para recuperar la economía de Brasil

El presidente interino de Brasil, Michel Temer, volvió a pedir ayer la confianza de la sociedad en las medidas que ha propuesto para recuperar la economía del país, pero insistió en que ese «esfuerzo» demandará «sacrificios», sin dar más detalles al respecto.

Michel Temer, presidente interino de Brasil, afirmó ayer que ha asumido el Gobierno en medio de «una gran conjugación de problemas ocasionada por errores que comprometieron la gobernabilidad y la calidad de vida de nuestra gente», en alusión a la gestión de Dilma Rousseff, suspendida para responder a un juicio político, y en cuyo Ejecutivo ocupó el cargo de vicepresidente. E insistió en que será necesario hacer «sacrificios» para recuperar la economía del país.

Temer realizó estas declaraciones en una ceremonia en la que asumieron sus cargos los nuevos presidentes de la petrolera estatal Petrobras, de los mayores bancos públicos del país y de un instituto de investigación social y económica vinculado a la Presidencia.

En su discurso, afirmó que «hoy tenemos más de 11 millones de desempleados, la inflación bajo vigilancia, un déficit que en realidad llega a 170.000 millones de reales (unos 42.300 millones de euros) y ese es el escenario en que asumimos el Gobierno», declaró.

Temer dijo que no pretendía «hablar de herencias», pues se debe «modificar esa idea de que el pasado es responsable del presente», pero sí aclaró que «es necesario evitar que eventuales oportunistas» le achaquen «los errores anteriores», como si fuera alguien ajeno al Gobierno anterior. Reafirmó que, pese a ese cuadro, tiene «la más absoluta convicción de que es posible revertir ese escenario y retomar la confianza y el crecimiento», aunque advirtió de que eso no será posible sin «sacrificios», en los cuales no ahondó.

Temer ratificó que los presupuestos de los programas sociales no serán alterados y que los recortes en el gasto público no llegarán a las áreas de educación y salud, que estimó prioritarias.

Pero apenas una semana después de tomar posesión se pusieron en marcha iniciativas para recortar los programas de construcción de viviendas y vender activos del Estado en aeropuertos, servicios públicos y el servicio de correos. Algunos ministros también hablaron de recortar el gasto en sanidad y disminuir el coste del programa contra la pobreza Bolsa Familia.

Ayer, Temer aseguró que, con solo veinte días en el cargo, está en condiciones de «presentar al país una nueva agenda positiva de reconstrucción nacional».

En el acto, el economista Pedro Parente asumió la Presidencia de Petrobras, empresa que está en el centro de la mayor trama de corrupción descubierto en el país, que salpica a una veintena de empresas privadas y a medio centenar de políticos de todo el arco parlamentario.

Temer hizo una ligera alusión al caso para reiterar «por enésima vez» que «no existe ninguna posibilidad de interferencia del Ejecutivo» en la investigación sobre el «caso Petrobras». Dos de sus ministros han dimitido en veinte días debido a la difusión de unas grabaciones en las que criticaban la conducción de la investigación.