A.G.
Final de la NBA

Cleveland revive al calor de su cancha

Ante unos desacertados «Splash Brothers», LeBron e Irving sumaron 62 puntospara poner la serie 2-1 con un inapelable 120-90. No se notó la baja de Love.

«Se está mejor en casa que en ningún sitio», repetía Dorothy, la protagonista de «El mago de Oz», en su desesperado intento de regresar a Arkansas. Los Cleveland Cavaliers han vuelto al calor del hogar de su Quicken Loans Arena para retomar el pulso a la Final de la NBA.

Los de Ohio permanecen invictos en su cancha, y se daban un verdadero baño de autoestima al apabullar a los Golden State Warriors por 120-90 y ponerse al rebufo de los vigentes campeones: 2-1 en la serie.

La ausencia de los puntos y rebotes que garantiza Kevin Love –amén de otros detalles como su mala defensa– no fue óbice para que los campeones del Este se reivindicaran en un partido casi perfecto, con LeBron James y Kyrie Irving brillando por encima de todos. Con 32 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias, el alero de Akron volvió a erigirse en el faro de los Cavs, aunque esta vez no estuvo nada solo. Kyrie Irving también se dio un baño de autoconfianza al superar a Curry en su mano a mano, y brillar con luz propia: 30 puntos –16 de ellos en el primer cuarto– y 8 asistencias.

JR Smith y Tristan Thompson también superaron ampliamente la decena, pero es que en defensa ataron en corto a unos Warriors que solo dieron señales de vida en el segundo cuarto. Tras el 33-16 del primer período, los californianos reaccionaban y se colocaban a prudencial distancia, 51-43, al descanso. Para su desgracia, los Cavs dieron un arreón más, dominaron el rebote de forma clara –52 a 32– y los Warriors remataron su mala tarde errando demasiados triples –9 de 33, por 12 de 25– y tiros libres –17 de 26 por, 12 de 17– como para soñar con la remontada y el 3-0.

Stephen Curry fue el máximo anotador de los de Oakland, con 19 tantos, pero una carta de tiro de 3 de 9 en triples y 6 pérdidas; no mucho menos que los 10 puntos y 1 de 7 en triples de Klay Thompson. Así, aparte de Curry, fue Harrison Barnes el único de los Warriors que dio la cara.

«Vencer o morir»

«Antes de salir al campo a todos nos quedó muy claro que o conseguíamos la victoria o habríamos dicho adiós a la lucha por el título, por lo tanto se trataba de buscar la victoria y eso fue lo que conseguimos con una gran labor de equipo», destacaba LeBron James al final del partido.

«Por fin hicimos nuestro mejor juego, y fue una labor de equipo», destacaba el hombre franquicia de los Cavs. «Volver a nuestro campo nos da una gran confianza y lo demuestra el hecho de que estamos invictos en los play offs», reconocía.

Steve Kerr, por su parte, no ponía reparos en reconocer el triunfo rival. «No hay nada que objetar. Ellos jugaron mejor que nosotros porque nunca estuvimos en el partido, ni hicimos las cosas necesarias para luchar por el triunfo», declaró el entrenador de los Warriors. «Ya lo dijimos antes, la serie de unas Finales de la NBA puede cambiar de dirección en cualquier momento», advertía para el futuro.