Joseba VIVANCO
PARTIDO INAUGURAL

Payet pone el sosiego en Francia

La estrella del West Ham da la victoria in extremis a los anfitriones ante una Rumanía estajanovista que no mereció irse de vacio.

FRANCIA 2

RUMANÍA 1


Allons enfants de la patrie, Kanté et Payet... Atronaba Saint-Denis, corazón de Francia durante 90 minutos, antes del pitido inicial de la Eurocopa, cuando en eso apareció la Rumanía del ‘general’ Iordanescu –Tata Puiu, ‘Padre Pollo’ como le llaman– y se puso a jugar al ritmo ibicenco de David Guetta, presionando muy arriba, forzando errores en el rival y corriendo como si el propio Vlad Tepes amenazara con empalarlos si se venían de vacío. Fieles a sus armas de trabajo, sacrificio y disciplina, los rumanos remataron primero, que como decía el malogrado Juanito ‘acojona’, sacaron el primer córner y tuvieron la primera ocasión de gol, que Hugo Lloris sacó sobre la misma línea no sabe aún cómo. Minuto 3 y el ‘gallo’ parecía afónico.

Les Bleus, con lo previsto, entre los 11 titulares 15 partidos de experiencia en una Euro, se encomendaba a Griezmann ante la falta de llegada y fútbol trenzado, con un cuestionable tridente en la medular formado por Kante-Pogba-Matuidi... en el que sin embargo terminaría brillando el inspiradísimo Payet, con permiso del primero en su labor de apagafuegos. La tuvo el colchonero en un cabezazo que se le fue a la madera y la volvió a tener pasada la media hora pero se le desvió cerca del palo.

Fue todo lo que dio de sí un atenazado conjunto francés, sorprendido por el empuje y generosidad rumano que venía de ser, y lo demostró, el equipo menos goleado de toda la fase de clasificación. Arriba, Florin Andone, un guerrillero que hace un par de años militaba en la Segunda B y ahora lo hace en el Córdoba, se bastaba para hacer sudar a los Remi y Koscielny. Precisamente, el central del Arsenal le dejaba la bota en la rodilla al propio Andone sobre el límite del área grande. No lo vio el colegiado que sí apreció poco después la patada involuntaria del veterano Rat, un empedernido coleccionista de vinos y un enamorado de los Ferraris, a la cara de Giroud. Amarilla. Nada que impidiera al delantero francés del Arsenal cabecear por encima del larguero justo antes de tomar camino a vestuarios.

A la vuelta, Rumanía siguió a lo suyo, apretar arriba y fijar atrás. Avisó Stanciu, estrella en ciernes y antaño aficionado a las tragaperras, pero que metió ficha y no tuvo premio. Replicó un desaparecido Pogba con un zambombazo y la sacó Tatarusanu, pero iba a terminar siendo Giroud quien aprovechara un centro medido de Payet para cabecear a la red el primer gol de la Euro y poner en pie a Saint-Denis, que se lanzó con la Marsellesa. Pudo haber falta al portero en el salto. Dio igual, el veterano Evra iba a cometer después un penalti de libro para que Stancu, apodado ‘El Gato’, venciera su conocida timidez para engañar a Lloris desde los once metros. Empate y Didier Deschamps a la desesperada. ¿Benzema, Gameiro? No. Fuera Griezmann y Pogba; adentro Coman, del Bayern, y Martial, del United. Rumanía saca a Torje, del Granada y fan del ‘‘Call of Duty’’. Un soldado para frenar el arreón galo. El diario ‘‘L'Équipe’’ le pedía a Francia que «vuelva a hacer historia». Y apareció él, Dimitri Payet, el cerebro del West Ham. El mejor. En el minuto 89. Martillo. Zurdazo a la escuadra de un diestro. El gallo canta. Payet lloraba. Francia respira. Rumanía se lamenta. Mereció más. Trepidante arranque.

Albania-Suiza, un cruce de caminos

Xhaka contra Xhaka. Albania contra Suiza. Por primera vez dos hermanos rivales en una Eurocopa. Será hoy (15.00), en el segundo asalto del grupo A, favoritismo helvético ante la debutante selección albanesa dirigida con éxito por un italiano. Sacrificio, su secreto, sustentados en una seria defensa y una presión al rival que a los Kuqezinjte les ha dado resultados. De la mano de su mediática figura el central Lorik Cana, comercalizador de un vino propio en sus ratos libres y futuro político en ciernes sea en Albania o Kosovo, medirán sus ilusiones a la Suiza de Granit Xhaka –flamante fichaje del Arsenal–, Shaqiri, el ex de la Real Sociedad Seferovic, y sobre todo Behrami, que hace un año con el Wolfsburgo en descenso se peleó en el vestuario con su compañero de club y selección, el central Djourou. Ahora, les toca remar juntos. Tres puntos en juego en un duelo de historias cruzadas, albaneses que viven y juegan en Suiza, y suizos de origen albanés. Esto es Europa.J.V.