Chris Froome y el Sky demostraron ayer su superioridad en el plano individual y colectivo en la etapa reina del Critérium de Dauphiné, en la que respondieron a los ataques que lanzaron desde lejos Contador y Bardet, que se colocó tercero en la general tras acabar segundo en el final en el alto de Méribel por detrás de Thibaut Pinot (FDJ).

El madrileño y los dos mejores corredores franceses pusieron a prueba desde lejos al Sky, que anuló primero la tentativa de Contador y tuvo siempre controlado a Bardet, que fue maillot amarillo virtual durante buena parte de la etapa. Pero Mikel Landa se bastó para reducir la diferencia en la última ascensión de Méribel, en la que Froome tuvo el apoyo además de Poels y de Sergio Luis Henao.

Cuando acabó su trabajo el colombiano, Chris Froome se encargó de asumir toda la responsabilidad en los últimos dos kilómetros y fue capaz de distanciar a Alberto Contador en ocho segundos y a Porte en 14. Gracias a ello el inglés afrontará con 21 segundos sobre el líder del BMC y Bardet y medio minuto a Dan Martin y Alberto Contador la última etapa de hoy con final en el alto de Superdevoluy tras 151 kilómetros y seis puertos, dos de ellos de Primera.

Mikel Landa, a pesar de su gran trabajo para Froome en el último puerto, fue decimosexto de la etapa y es duodécimo de la general mientras que Igor Antón tuvo que abandonar.

En la batalla por la etapa Thibaut Pinot fue capaz de reaccionar tras su mala actuación hasta ayer en el Dauphiné al ser el único que aguantó a Bardet, lanzado por sus compañeros, a pesar de que disputó la clasificación de la montaña. El de FDJ no se conformó con el maillot de lunares y fue capaz de imponerse en el sprint al del Ag2r.

Romain Bardet se lamentaba en la meta: «Estoy muy decepcionado porque no he corrido bien en el final. Es complicado cuando peleas por la etapa y la general al mismo tiempo. He realizado la mayor parte del trabajo en la última subida por la general, pero he perdido mucho tiempo al final porque quería ganar la etapa y no he logrado ninguna de las dos cosas».

Froome, por su parte, elogiaba a su equipo y especialmente a Mikel Landa: «Debo todo a mis compañeros, sigo de amarillo gracias a ellos. No me ha sorprendido el ataque de Contador, sabíamos que se iba a producir en una subida larga como la de Madeleine. Con Bardet no estábamos seguros de las distancias. Se ha pasado de dos a tres minutos y me ha inquietado. No conseguíamos bajar la distancia y ha sido necesario esforzarse en la última subida, en la que Mikel Landa estuvo fantástico».

Victoria de Cancellara en Suiza

En la otra carrera World Tour preparatoria para el Tour, Fabian Cancellara se impuso en la primera etapa de la Vuelta a Suiza, una crono de 6,4 kilómetros en Baar, por centésimas a Jurgen Roelandts tras una remontada en la parte final. El mérito del suizo fue mayor porque realizó su crono con el suelo mojado y no pudo arriesgar en las curvas de la parte inicial: «Fue desagradable subir a la rampa de lanzamiento y ver la lluvia que me obligó a tomar con precaución las curvas, pero quería cumplir mi objetivo de ganar y vestirme de amarillo en mi última participación en la Vuelta a Suiza».

Los hermanos Izagirre, como en el Tour de Romandía, volvieron a completar una buena crono al finalizar quinto Ion y noveno Gorka. Su compañero Jonathan Castroviejo solo pudo ser 28º en su vuelta a la competición tras cuatro meses de baja por su grave caída sufrida en el final de la Volta ao Algarve.

La ronda helvética disputa hoy su segunda etapa con un circuito en Baar de 46,7 kilómetros al que se darán cuatro vueltas para totalizar 187,6 exigentes porque se acumulan 2.124 metros de desnivel al subirse en cuatro ocasiones el puerto de Allenwinden (2ª).