Ramón SOLA
MITIN DEL PSOE

GABILONDO VERSUS GABILONDO A 200 METROS DE LA CASA NATAL

Afirma el refrán que un clavo saca otro clavo, y quizás por eso el PSOE decidió traer a Donostia a Gabilondo (Ángel) para sanar el martillazo propinado a su estrategia por Gabilondo (Iñaki). El periodista dijo «lo que va a pasar»: habrá Gran Coalición. Y al político le tocaba desmentirlo.

Hermanos, donostiarras y residentes en Madrid, en el PSOE lo que dicen los Gabilondo se escucha siempre con mucha atención. Al periodista, Iñaki, porque casi siempre ha operado en medios próximos pero con voz propia, cuando no abiertamente crítica. Y al político, Ángel, porque es una referencia intelectual que no cabe encajonar en los estrechos límites del partidismo. Por eso, la andanada que soltó el primero, el hermano mayor, el 30 de mayo desde su videblog escoció, y mucho. No solo por el mensaje, sino por la contundencia y por la impresión de que aquella no era una mera opinión; todo sonó a que Iñaki Gabilondo tenía datos.

«Se han disipado las poquísimas dudas que quedaban. ¿Qué va a pasar? Pues va a pasar que el PP será el partido más votado. Que Ciudadanos, cuyo voto menguará, pactará con el PP. Pasará que el PSOE no acordará con Podemos un pacto de gobierno ni con sorpasso ni sin sorpasso. Pasará que, sin Sánchez o con Sánchez, el Partido Socialista permitirá que gobierne el PP vía abstención. Pasará que después de un par de cintas de Ciudadanos y del PSOE pidiendo la dimisión de Rajoy se tragarán sin problemas su continuidad con la limosna de un par de reformitas de juguete. Pasará que Podemos se convertirá en un contrapoder opositor de primer orden y que en la próxima legislatura tendrá que ver si cuaja o no en alternativa maciza. Pasará que el PSOE, que se ha puesto a sí mismo el listón en un punto imposible, la victoria, se abrirá en canal por enésima vez». Casi nada. Un torpedo a la estrategia del partido en plena víspera de la campaña.

Ayer, en la Plaza Cervantes, ante La Concha, al hermano menor le asistía derecho de réplica. Y precisamente empezó por ahí, por recordar que «nací a 200 metros de aquí, en la calle Txurruka número 5. Mis padres iban a la Bretxa todos los días. Éramos nueve hermanos. Aquí aprendí que hay que luchar y que hay que ser honesto».

Ni PP ni Podemos

«Ya sabes quién es este, ¿no? El hermano de Iñaki, el periodista», explicaba un transeúnte a su mujer tras detenerse a escuchar el mitin. Ante el micrófono, Ángel Gabilondo no citó la Gran Coalición siquiera, porque su discurso es más moral que político. Entre citas a Cervantes, Camus, Marco Aurelio o Sócrates, defendió una perspectiva humanista de la vida, que en teoría le aparta mucho del PP: «Nuestro modelo no es el del individualismo, no es el del ‘sálvese quien pueda’ y el que no que se pudra», remarcó.

¿Más cerca de Podemos, por tanto? Tampoco. Cuando habló contra «los nuevos caudillos de medio pelo» y lo unió a la omnipresencia de la tele, todo el auditorio pensó en Pablo Iglesias. «Y si se hacen dos bloques, no va a haber cambio –añadió–, porque los bloques bloquean. ¿Hemos salido del bipartidismo para caer en la bipolarización?». Y pidió encarecidamente ir a votar porque «esta es una situación de emergencia». Ángel cree que hay mucho en juego. Iñaki, que la partida ya está acabada.